Plantearse impartir una sesión de Educación Física en una escuela rural provoca, de entrada, una sensación de vacío y desamparo. Uno no se siente preparado para afrontar esta experiencia tan bonita, en parte por la falta de formación (en la universidad se programan unidades para grupos estándares, de unos 25 alumnos de una misma edad, mucho material e instalaciones adecuadas). Aparecen muchas dudas, la mayoría relacionadas con la organización de un grupo con edades dispares. Pero de forma inmediata los estímulos superan las incertidumbres iniciales: la relación que se crea entre alumnos de distintas edades (colaboran entre ellos, ayudan a los más pequeños, etc.), la forma más personalizada de abordar los conflictos, el uso de metodologías más activas de resolución de problemas y, sobre todo, la atención individualizada que permite precisamente la baja ratio propia de una escuela rural.
Esta es la realidad que me encuentro al inicio del curso 2013-14, ante el reto de impartir Educación Física en la Escuela Vilanova de Sau, una escuela rural independiente, es decir, que no está vinculada ni tiene ningún tipo de relación pedagógica ni organizativa con otros centros del entorno, que pertenece a la Zona Escolar de la Sección de Instituto de Calldetenes como los demás colegios de las poblaciones cercanas.
El término municipal de Vilanova de Sau, formado por 330 habitantes, se encuentra en la comarca de Osona (Barcelona), a 17 kilómetros de Vic, su capital. La escuela funciona desde principios de la década de 1970 y ha cambiado dos veces de localización, además de haber vivido una ampliación y remodelación del edificio actual. Aunque no dispone de referencias sobre su evolución, nunca ha superado los 20 alumnos y alumnas. Las agrupaciones siguen el patrón marcado por la escuela, es decir, un grupo (de segundo a sexto de Primaria) formado por siete alumnos y otro (de Educación Infantil de 3 años a primero de Primaria) con nueve.
El equipo docente está formado por la tutora de Educación Primaria (definitiva en el centro), que tiene reducción de jornada, y por la tutora de Educación Infantil y primero de Primaria (también definitiva en el centro), que ocupa el cargo de dirección. Aparte de las dos maestras tutoras, están el maestro especialista de Educación Musical, el tercio de jornada de la maestra de Educación Primaria (especialista de Educación Física) y la maestra de Religión. Todos ellos tienen como objetivo el desarrollo integral del alumnado.
Los escasos recursos no son problema para conseguir los objetivos principales del Proyecto Educativo de Centro, pues el trabajo conjunto de toda la comunidad educativa lo hace posible.
Instalaciones, espacios y materiales
El horario de Educación Física está marcado por las necesidades del centro. Se realiza en horas en que la tutora de Primaria no está en la escuela por la reducción de maternidad adquirida; por tanto, no hay flexibilidad horaria para hacer otro tipo de actividades, básicamente debido al poco espacio de tiempo del que dispone la asignatura (lunes y viernes de 15.00 a 15.45 horas, con el grupo de los mayores, y de 15.45 a 16.30 horas, con el de los pequeños).
Las instalaciones de que disponemos para llevar a cabo Educación Física son las siguientes: un campo de fútbol de arena, un pabellón polideportivo sin paredes (con dos porterías, dos canastas y una red de tenis), una zona de columpios de piedras y un aula-teatro polivalente que se encuentra en el ayuntamiento del pueblo. Aparte, tenemos la posibilidad de uso que ofrecen los espacios no convencionales, como pueden ser una zona verde llena de árboles, una cuesta de arena que da paso a un camino rural, un pequeño cerro de arena, etc. Además, durante el segundo trimestre las sesiones del lunes se realizan en una piscina de un club deportivo de Vic, donde se desarrollan los aprendizajes de natación.
La climatología, que puede ser un problema para otro tipo de escuela, no afecta a nuestra programación de Educación Física, ya que tener todo tipo de instalaciones y tan poco alumnado nos permite disponer de cualquier zona en cualquier momento, aunque la base sea la convivencia con las bajas temperaturas de la zona y el aire libre.
El material que tiene el centro para la realización de las sesiones de Educación Física se compone de 5 balones de goma, 3 pelotas de baloncesto, 30 pelotas de tenis, 10 raquetas de tenis de plástico, 25 conos, 5 cuerdas, 10 pañuelos, 15 aros, 6 picas y 15 bloques blandos (psicomotricidad). No disponer de apenas material no supone un problema, porque se fabrica con los alumnos y alumnas en el área de Educación Plástica y Visual o se adapta la programación al material existente. Además, el entorno natural compensa esa carencia con todo tipo de instalaciones y espacios que benefician los aprendizajes en este maravilloso paraje.
Según el Decreto 142/2007, de 26 de junio, por el cual se establece la ordenación de las enseñanzas de Educación Primaria en Cataluña, la enseñanza y el aprendizaje de la Educación Física en esta etapa tiene que fundamentarse en la adquisición de aquellos conocimientos, habilidades y competencias relacionadas con el cuerpo y su actividad motriz que contribuyen al desarrollo integral de la persona y a la mejora de la calidad de vida. En el área de Educación Física, la reflexión sobre el sentido y los efectos de la actividad motriz; el desarrollo de hábitos saludables, regulares y continuos, y el hecho de sentirse bien con el propio cuerpo constituyen principios valiosos de la acción educativa que, además, contribuyen a la mejora de la autoestima.
La escuela tiene que ofrecer al alumnado medios y recursos para integrar la actividad física a la vida cotidiana, estableciendo así una tendencia que potencie su desarrollo motriz, su capacidad de socialización, su salud y su integridad como persona. El alumnado tiene que construir su conocimiento a partir de actividades individuales y en grupo que le permitan descubrir las posibilidades de practicar actividades físicas en su entorno cercano, prevenir situaciones de riesgo asociadas a la práctica de actividades físicas y desarrollar una mirada crítica hacia ciertas imágenes corporales difundidas por los medios de comunicación.
La Educación Física mantiene relaciones con la Educación Artística, ya que las dos áreas trabajan el sentido estético y creativo de la expresión y comunicación corporal. Este sentido, se presenta desde dos vertientes: la interacción con la propia persona desde el punto de vista de los sentimientos y sensaciones propias; y la interacción con el entorno y los otros, a partir de la percepción de estímulos externos y el uso del cuerpo como lenguaje de expresión, comunicación y representación. Finalmente, las actividades del área tienen que potenciar las actitudes y valores propios de una sociedad solidaria, sin discriminación y respetuosa con las personas y el entorno.¿Os gusta lo que hacéis en Educación Física?Para explicar qué se realiza en la clase de Educación Física y saber si les gusta, preguntamos a nuestros alumnos y alumnas. Sus respuestas revelan que es una asignatura muy bien valorada por la variedad de actividades y su componente lúdico:- “Practicamos algunos deportes, juegos tradicionales, juegos de equilibrio, competitivos, etc. / Sí, porque me gusta moverme y hacer deporte” (A. C., 6.º).- “Hacemos juegos originales, aprendemos cosas y nos divertimos. / Sí, porque hacemos juegos divertidos y movidos” (A. S., 6.º).- “En este mismo momento trabajamos el equilibrio pero hace unas semanas hicimos tenis u otras cosas / Sí, porque es una asignatura donde no tienes que estar sentado en una silla y te toca más el aire que en otras” (O. B., 6.º).- “Hacemos actividades y juegos, por ejemplo, tenis, el juego de la cadena, el juego del stop / Sí, porque me gusta moverme y jugar con los compañeros” (Cl. R., 4º).- “Hacemos juegos, tenis, corremos, baloncesto, fútbol, juegos tradicionales, equilibrio, el juego de la estrella, el juego de mataconejos / Sí, porque hacemos juegos” (J. C., 3.º).- “Hacemos tenis, carreras de orientación, juegos tradicionales, equilibrio, juegos de pelota / Sí, porque me gusta jugar y pasármelo bien” (M. C., 3.º).- “Jugamos a tenis, baloncesto, hacemos equilibrios, juegos tradicionales / Sí, porque me gusta jugar” (B. T., 2.º).
Trabajo interdisciplinar
Teniendo en cuenta estas premisas, en las clases de Educación Física de la escuela rural de Vilanova de Sau se llevan a cabo tres unidades didácticas por trimestre en las que se intentan trabajar los cinco bloques de contenidos de esta área de forma extensiva para relacionarlos siempre de forma interdisciplinar con las otras áreas del currículo.
Este trabajo interdisciplinar es complicado por la falta de tiempo y de recursos globales de todo el claustro de profesores. Trabajar parcialmente como especialista ofrece la libertad de hacerlo de forma individual, pero a veces domina la soledad en todo el proceso de aprendizaje por no saber nada de las otras materias a las cuales los alumnos y alumnas dedican el resto de horas. La comunicación directa con la dirección del centro permite conocer la programación anual con detalle, pero siempre con la sensación de ser un docente que hace la guerra por su lado y que puntualmente trabaja contenidos comunes en las áreas instrumentales. A veces incluso se recibe más información por parte de los estudiantes que por el resto de maestros de la escuela, hecho que demuestra la autonomía y la independencia del trabajo del alumnado.
De todas formas, cuando se trata un tema de forma transversal en todos los cursos del centro o cuando se realiza un proyecto en concreto, desde todas las áreas se hace un esfuerzo para adaptar la programación de cara a poder trabajar de forma interdisciplinar e implicar en mayor medida al alumnado y a toda la comunidad educativa.
La evaluación es una tarea fácil para el profesorado, ya que la baja ratio de alumnos, aunque estén trabajando de forma conjunta (y aún más en el área de Educación Física), permite atenderlos a todos de forma individual y específica.
La evaluación de las diferentes unidades didácticas se compone de tres fases muy diferenciadas, que se intentan combinar de la mejor forma posible en cada una de ellas: la evaluación inicial, la formativa y la sumativa. Al ser una escuela donde acabo de llegar, presto mucha atención a la evaluación inicial, a la que dedico como mínimo entre una y dos sesiones. La formativa es la base de todos los aprendizajes y de las diferentes unidades con sus contenidos. Finalmente, dedico la última sesión a la evaluación sumativa a partir de diferentes pruebas, controles, trabajos, etc.
Diario de una sesión
La sesión "¡Somos equilibristas!" es un ejemplo del funcionamiento que puede tener una clase de Educación Física en la escuela rural de Vilanova de Sau. Con el objetivo de desarrollar el equilibro en el suelo y con diferentes puntos de apoyo, llevo a cabo esta sesión (la tercera de la segunda unidad didáctica), durante el segundo trimestre con el grupo de siete alumnos y alumnas de segundo a sexto de Primaria. La duración de la sesión es de 45 minutos, de los cuales 35 son reales a causa del recibimiento del alumnado en la escuela después de comer, la recogida de material y el desplazamiento a una zona natural con desnivel.
Partir de un entorno diferente al habitual en una escuela tradicional proporciona una serie de condiciones que favorecen la práctica de actividad física. Esta ventaja claramente definida y que nos puede ayudar a realizar atenciones más personalizadas al alumnado a partir de sus características, se contrapone con el problema que la baja ratio de cada grupo clase puede suponer para alcanzar los objetivos a la hora de trabajar a fondo una actividad a causa de la intensidad que genere el docente, ya que debe tener preparada una gran cantidad de tareas para que el alumnado esté motivado del principio al final de la sesión. La duración de 35 minutos favorece que difícilmente se aburra.
Los contenidos de trabajo de "Somos equilibristas" son: adaptación de la ejecución de las habilidades motrices en entornos de práctica en complejidad creciente, con eficacia y creatividad, y dominio de la consciencia y control del cuerpo en reposo y en movimiento. Se relacionan con el criterio de evaluación de ajustar los movimientos corporales a diferentes cambios de las condiciones de una actividad utilizando las nociones topológicas básicas.
Llevamos a cabo diferentes actividades en la zona natural con desnivel que se pueden clasificar en tres fases: actividades iniciales (10 minutos), actividades de desarrollo (15 minutos) y actividades de síntesis (10 minutos).
En las primeras, informamos de las tareas que se llevarán a cabo a lo largo de la sesión y arrancamos con el juego del stop con el objetivo de desarrollar el equilibrio en el suelo y con diferentes puntos de apoyo: un alumno tiene que pillar al resto de compañeros, y estos, para que no los toque, tienen que quedarse quietos abiertos de piernas. Para ser salvados, les tiene que pasar un compañero por debajo de las piernas. A continuación, hacemos el mismo juego pero con la variante de la posición de salvamento (pie cojo y nos tienen que tocar la cabeza).
Después seguimos con la fase de desarrollo, con diferentes desplazamientos por el espacio del que disponemos mientras el maestro va dando diferentes consignas respecto a los apoyos que los estudiantes deben mantener cada vez que diga stop y otras consignas en forma de representación de objetos, transportes y materiales. A continuación, aplicamos la variante del juego de los paquetes para que trabajen en equipo, pero siempre buscando diferentes posiciones de desequilibrio a partir de los apoyos que deben mantener en el suelo. Este juego crea algún que otro conflicto, cada uno va por su lado y no se entienden las directrices, que persiguen el mismo objetivo que en las actividades iniciales, pero esta vez con un equilibrio dinámico.
En esta fase llegamos al punto de máxima intensidad, jugando a la pelea de gallos: dentro de un círculo, agachados por parejas, se tienen que desequilibrar uno al otro. Es una actividad que me veo obligado a suspender tras ver los dos primeros enfrentamientos por parejas, ya que no respetan el objetivo explicado y buscan simplemente tumbar al rival de cualquier forma sin tener cuidado alguno del daño que pueden hacer (en una zona, además, en la que se pueden producir lesiones mayores).
Seguimos con un pulso de pies y manos manteniendo de forma estática uno de los dos pies. Otra vez se crea muy buen ambiente entre los participantes, al trabajar el equilibrio estático, lo que revela que aún se tiene que consolidar esta capacidad, ya que el objetivo de la actividad es controlar el equilibrio después de una acción o movimiento. Se divierten mucho y se ríen a lo largo de toda la actividad al ir cambiando de parejas.
La fase de síntesis se utiliza para volver a la calma a partir del juego del pañuelo. De esta forma, y trabajando de forma interdisciplinar contenidos de sumar y restar del área de Matemáticas, baja la intensidad de la sesión y se pueden concienciar y dominar diferentes estados de tensión o relajación entre el alumnado. Finalmente se habla en el aula de las tareas realizadas y el porqué de las mismas.Las fortalezas de la escuela ruralAlgunos comentarios del claustro de profesorado inciden en las características propias del trabajo en una escuela rural, en especial, el trato más individualizado:Imma (directora, tutora de Educación Infantil y especialista de Lengua extranjera):- “La atención a los alumnos es mucho más personalizada gracias al número reducido de alumnos”.- “Los mayores colaboran y ayudan en las actividades de los más pequeños”.- “Los más pequeños tienen la posibilidad de aprender de los mayores al estar siempre en contacto con ellos”.Gilbert (especialista de Música):- “La interrelación entre alumnos de diferentes edades facilita la observación directa de otros modelos, que son referentes para el desarrollo de las habilidades tanto en los alumnos de mayor edad como en los de menor. Muchas veces estos modelos son más adecuados que el de los maestros por la proximidad de edad”.- “Los niños y niñas juegan y crean juegos pactando normas y utilizando los recursos del entorno escolar (patio, arboles, juguetes…).”- “En momentos de recreo los alumnos escalan por las laderas del turón imitando una moto de trial, también en los juegos de esconderse, los alumnos pequeños aprenden y utilizan nuevos recursos relacionados con su conocimiento y consciencia corporal”.Montse (jefa de estudios y tutora de Educación Primaria):- “Los niños trabajan al propio ritmo, son tratados de manera individual, así podemos potenciar los puntos flojos de cada uno”.- “Implícitamente se fomenta el trabajo cooperativo, surge espontáneamente en el trabajo del día a día en el aula”.
Un trabajo individualizado
La experiencia vivida en la escuela de Vilanova de Sau permite entender por qué la Educación Física en la escuela rural garantiza un trabajo más individualizado con el alumnado, ya que puede aportar un mayor desarrollo de sus capacidades a causa de la baja ratio, que facilita un mayor y mejor conocimiento de las posibilidades de cada alumno.
La intensidad que se puede generar en una sesión de Educación Física puede ser altísima por el simple hecho de promover una gran cantidad de actividades y tareas a lo largo de la clase. Programar muchas actividades individuales o por parejas permite atender mucho mejor la diversidad del aula, hecho muy destacable a la hora de poder detallar más las tareas de cada uno de los alumnos y alumnas para trabajar a fondo sus carencias y potenciar mejor sus habilidades.
El contexto de escuela rural ofrece grandes ventajas para poder atender al milímetro al alumnado: conoces a las familias personalmente, te atienden, se interesan por los contenidos que trabajamos, nos vemos continuamente, etc., facilidades que ayudan a alcanzar con más facilidad y velocidad los objetivos propuestos.