Hace apenas unos días, el gobierno daba el visto bueno al nuevo currículo de Primaria. Un documento que reconoce como uno de sus objetivos «conocer, comprender y respetar las diferentes culturas y las diferencias entre las personas, la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres y la no discriminación de personas por motivos de etnia, orientación o identidad sexual, religión o creencias, discapacidad u otras condiciones». Además, por primera vez en la historia educativa de nuestro país, se recoge que todas las asignaturas han de impartirse teniendo en cuenta la perspectiva de género y fomentando la igualdad.
Mucho se ha hablado del concepto perspectiva de género desde que se supiera que estaría incluido en la LOMLOE. Lo cierto es que todavía existen muchas dudas en torno a su significado y qué supone su introducción en las escuelas. Carolina Hamodi, experta en estudios de género y profesora en el Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid, nos pone en antecedentes y nos explica que «tanto en el currículum como en la vida cotidiana nos hemos venido desenvolviendo de forma histórica en un contexto androcéntrico, que significa que lo masculino permanece en el centro y lo femenino queda relegado a la periferia o ni siquiera está». Subraya que la perspectiva de género «es una herramienta conceptual que busca eliminar ese androcentrismo y que tanto hombres como mujeres estén en el centro».
Para Carmen Heredero, miembro del Consejo Escolar del Estado por CCOO, la importancia de que esta visión igualitaria se refleje en las aulas es total: «de lo contrario, se estará dando una visión del mundo, de la vida y de la sociedad absolutamente parcial».
Una visión que comparte su compañera Iria Antuña, secretaria de Mujer, Igualdad y LGTBI+ del sindicato, que advierte de que la perspectiva actual «nos lleva a desigualdades sociales, familiares y laborales. El currículo es el punto clave para poder cambiar esa visión. Es un cambio dentro de una sociedad que requiere de décadas y del trabajo de varias generaciones. La educación es básica para poder avanzar». Cree que, aunque hemos avanzado en igualdad, «en la coeducación no se ha ido al mismo ritmo. Se debe principalmente a que hay pequeños avances, pero no se consoliden. Con las leyes educativas damos un paso adelante y otro atrás». Antuña hace un llamamiento para que «sigamos creando una escuela donde la interacción ente niños y niñas sea armónica, avance el currículo y se forme a la comunidad educativa en materia de igualdad».
«Hablamos de mejorar el currículo, de dar igualdad y oportunidades a todas las personas con talento que llegan al sistema escolar y no aprovechar solo el talento de los hombres». Son las palabras de Ana López Navajas, asesora de Coeducación e Igualdad en la Formación del Profesorado en la Conselleria d’Educació de la Generalitat de Valencia y coordinadora del proyecto Women’s Legacy. Denuncia que actualmente hay dos problemas que arrastra nuestro sistema educativo y que suponen el incumplimiento de dos objetivos fundamentales: «por un lado, el objetivo de educar para la igualdad de oportunidades; y por otro, el de proporcionar las referencias culturales básicas». López Navajas señala que la visión cultural y del mundo que se traslada desde las aulas «es una visión sesgada que no se corresponde con la realidad y donde más del 92% de los protagonistas son hombres. Eso no es real, sino una historia y una cultura de la ciencia, la historia, la literatura, donde solo miramos las aportaciones de los hombres y no de las mujeres. Esto nos lleva a una pérdida cultural que nos afecta a todos y que nos deslegitima a las mujeres».
Antuña hace un llamamiento para que «sigamos creando una escuela donde la interacción ente niños y niñas sea armónica, avance el currículo y se forme a la comunidad educativa en materia de igualdad»
Grandes mujeres olvidadas por la historia
Otro de los problemas a los que busca poner fin la LOMLOE a través de la perspectiva de género es a la invisibilización de la mujer en los libros de texto. El nuevo currículo busca también dar voz y poner nombre a figuras femeninas relevantes en todas las materias y a las que no se conoce. Carolina Hamodi firma un estudio realizado hace unos años en el que se analizaban los libros de texto de un colegio determinado en diferentes niveles educativos y distintas editoriales. Las conclusiones no dejaban lugar a dudas «a pesar de que existían diferencias entre editoriales, detectamos androcentrismo. Si analizamos de forma detallada las imágenes, encontramos que hay muchísimas más de hombres que de mujeres y que en esas imágenes se reproducen los típicos roles de género». Una cuestión en la que coincide con Carmen Heredero, que defiende que las mujeres «han aportado su presencia, su sabiduría y su actividad en todas las ramas del saber y, además, también en el ámbito doméstico. Sin embargo, se las ha invisibilizado en los currículos educativos en todos los aspectos. No aparecen como matemáticas, ni como científicas ni como literatas».
A pesar de lo que propone la nueva ley educativa y recoge el currículo, Carmen Heredero lamenta que «vamos en el buen camino, pero demasiado despacio». Insiste en que «aunque la LOMLOE es la ley más avanzada hasta la fecha en cuanto a la perspectiva de género, no puede quedarse solo en el papel. La LOMLOE abre puertas muy interesantes, pero hay que concretarlas luego. Creemos que en los currículos se queda muy atrás. Falta voluntad real de hacer las cosas bien, aplicar el espíritu de la ley sin miedo». Cree que hay que poner el foco también en el profesorado: «cualquier ley o decreto positivo no sirve de nada si los docentes no lo ponen en práctica, si no hay una formación para ellos y esto está fallando mucho. El profesorado no tiene recursos».
Recursos al alcance de todas y todos
Aunque la perspectiva de género sea una novedad en la enseñanza de nuestro país, hay iniciativas que han trabajado y trabajan para dotar de herramientas a aquellos docentes que buscan introducir la igualdad en las aulas. Ese es el objetivo del proyecto Women’s Legacy, coordinado por Ana López Navajas y liderado por la Conselleria d’Educació de la Generalitat de Valencia, con la participación de cuatro países distintos. Se trata de un banco de recursos que busca «restituir a todas las mujeres, los referentes y las perspectivas e indicaciones que hay que cambiar en todas las materias», dice López Navajas. Trabajan a partir de las producciones de mujeres relevantes a lo largo de la historia «sin usar discursos sobre ellas, sino con su producción literaria, musical, científica, su pensamiento, su participación deportiva, etcétera. Las actividades no tratan sobre mujeres, sino sobre ciencia con mujeres o historia con mujeres. Así, vamos entretejiendo una visión y una cultura distintas». Todos estos recursos están organizados por niveles, materias y bloques de contenido «para evitar la excepcionalidad con las que se las presenta». Por otro lado, Women’s Legacy también ha elaborado tres catálogos con obras de mujeres, tanto musicales, artísticas y cinematográficas y literarias, con la meta de «ayudar a que se gestionen mejor las agendas públicas de cultura. Hay menos exposiciones de mujeres y las compositoras no aparecen en los conciertos».
Carmen Heredero, por su parte, sugiere dos publicaciones elaboradas por CCOO bajo el título de Aportaciones de las mujeres a las matemáticas y Aportaciones de las mujeres a la Lengua y Literatura españolas: «nuestra intención es dar al profesorado ideas hablando de mujeres que no se conocen o se conocen poco». Además, nos avanza que en el Consejo Escolar del Estado «se ha creado, al hilo de la nueva ley, una comisión de coeducación en la que estamos trabajando en la elaboración de una guía coeducativa que pueda servir a todos los consejos escolares».
Carmen Heredero sugiere dos publicaciones elaboradas por CCOO bajo el título de Aportaciones de las mujeres a las matemáticas y Aportaciones de las mujeres a la Lengua y Literatura españolas
Tan importante es tener recursos como compartirlos para crear una red solidaria de colaboración a favor de la igualdad. En ello trabajan las organizadoras del II Congreso Internacional de Género y Educación —Carolina Hamodi y Laura Álvaro—, con la colaboración del Ministerio de Igualdad, la Universidad de Valladolid y el Ayuntamiento de Soria. Hamodi nos explica que se trata de un evento «que busca crear un espacio de encuentro internacional para compartir experiencias e investigaciones dentro de diferentes ámbitos con perspectiva de género y fomentando la educación en igualdad». Considera que la mayoría de congresos de este tipo «son demasiado académicos y se alejan a veces de lo que pasa en la realidad, en los colegios. Como profesora universitaria que se encarga de formar a futuros docentes necesito saber qué pasa en las escuelas. Por eso aceptamos trabajos de investigación, pero también experiencias educativas en espacios para compartir de tú a tú y dar feedback».
Mucho recorrido, mucho por recorrer
Como conclusión y con el 8M —el Día de la Mujer— muy presente, Iria Antuña pide que «se nos de más visibilidad ya que somos la mitad de la población o un poco más. Los niños y las niñas tienen que ver una realidad más diversa, necesitan de referentes femeninos para sentirse identificados, inspirados, con valores que les guíen y con proyecciones de lo que quieren ser. Los referentes son básicos para poner en valor lo que han aportado, aportamos y aportaremos las mujeres en la sociedad».
Carolina Hamodi reflexiona sobre el momento social que vivimos, «con un movimiento feminista muy fuerte, muy potente, cada vez más armado, cada vez más presente en los aparatos del Estado, en las escuelas, en los ayuntamientos, en el gobierno». Reconoce que «el hecho de estar en el centro y estar más visibles hace que se generen reacciones —es un proceso natural en las sociedades— contrarias de personas que rechazan este posicionamiento y que niegan las realidades que desde el feminismo se denuncian».
Ana López Navajas defiende que, más allá de esas reacciones, hay que seguir avanzando: «los impulsos feministas han llevado a grandes logros. Eso es lo que cuenta, el impulso feminista ha sido el que nos ha llevado a darnos cuenta de la visión sesgada del mundo, de la pérdida cultural y de la necesidad de recuperar a esas mujeres. Es algo que afecta a hombres y mujeres».