El IES Dámaso Alonso no es novato en lo que a la lucha por la igualdad se refiere. «Hace 26 años, tres profesores de este centro —que ahora forman parte de la dirección— pusieron en marcha una iniciativa novedosa. Se trataba de una exposición sobre las mujeres científicas del mundo, mujeres invisibilizadas de las que no se sabía nada y que no aparecían en los libros de texto», nos cuenta María Luisa Gallarda, profesora de este instituto de Puertollano y encargada de igualdad. «Todo esto, cuando apenas había modo de acceder a Internet. Ellos desarrollaron unas herramientas y consiguieron rescatar a muchísimas mujeres del olvido. Eso dio pie a que en nuestro centro haya habido siempre, por parte de todos los equipos directivos, mucha inquietud por promover las enseñanzas científicas y valorar el papel de las mujeres en cualquier ámbito», aclara.
Gallarda forma parte del claustro de uno de los 8 institutos de secundaria de Puertollano —tanto públicos como concertados— que han firmado, junto con la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento, el primer protocolo de actuación ante el acoso sexual y por razón de género. Hablamos del primer proyecto en España relativo a planes preventivos de violencia de género en el ámbito educativo.
Ana Belén Mazarro, concejala de Igualdad de Puertollano, nos explica que, con este documento de ochenta y seis páginas, elaborado con cargo a la subvención del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, trata de «dar una herramienta a los institutos con el objetivo de trabajar conjuntamente y establecer procedimientos de actuación para la detección, prevención y protección frente a las violencias machistas o acoso sexual de cualquier índole que puedan aparecer en los centros educativos. Queremos trabajar de la mano con ellos para garantizar el derecho de todas las personas de ser tratadas con dignidad y respeto, sea cual sea su sexualidad o su género. El objetivo es que los alumnos aprendan a rechazar el acoso, la violencia o cualquier fenómeno que atente contra el principio de igualdad entre mujeres y hombre».
No quieren que todo quede en papel mojado, sino que «queremos darle la herramienta, pero, en el caso que detecten algún indicador de violencia, es fundamental el trabajo que va de la mano con el protocolo. Los centros aprenden a detectar y activarlo, todo ello acompañado con el trabajo de educación y el compromiso de los centros con educar, informar, realizar actividades y que los chicos aprendan a diferenciar y respetar a sus compañeros independientemente de cómo piensen o cómo sientan».
De acuerdo con la Concejalía, todo esto surge «por el trabajo que llevamos haciendo desde 2017 dentro del Plan Estratégico del Pacto de Toledo. Trabajamos mucho y hacemos hincapié en la prevención en etapas escolares, las más tempranas, que es cuando nos estamos formando y va quedando en nosotros ese poso que desarrollaremos después. Creemos que es muy importante la colaboración de los centros educativos y los docentes para que los chicos crezcan y se conviertan en personas con valores en igualdad y respeto».
Mazarro ha destacado la buena voluntad de los centros educativos puertollanenses: 8 de 10 de han sumado a esta iniciativa: «son centros activos y proactivos, trabajan durante todo el año en valores y prevención de violencia de género y acoso y no dudan en colaborar con cualquier propuesta de la Concejalía. Hacen un importantísimo trabajo de fondo, porque esto es una carrera de fondo».
Una buena voluntad por parte de los institutos que vemos reflejada en lo que nos cuenta María Luisa Gallarda, del IES Dámaso Alonso, que nos asegura que llevan muchos años trabajando «por una educación en valores que incluya la igualdad como premisa fundamental en el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje». Sobre el protocolo relata que «cuando nos hablaron de él, nos pareció no solo necesario sino valiosísimo». Eso sí, ellos ya trabajaban en la materia: «tenemos un protocolo interno trans en nuestro centro que nos sirve para detectar casos de acoso por cuestiones de género o identitarias. Se elaboró hace año y medio y ahí lo tenemos».
Ana Belén Mazarro, concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Puertollano: «El objetivo es que los alumnos aprendan a rechazar el acoso, la violencia o cualquier fenómeno que atente contra el principio de igualdad entre mujeres y hombre»
Paso a paso
El desarrollo de este novedoso protocolo no ha sido fácil y menos aún en tiempos de pandemia. María Luisa Gallarda destaca el duro trabajo que ha supuesto su elaboración y recuerda que «hemos sido 8 institutos trabajando ferozmente, como lobas, aullando casi. Estamos sorprendidas por todo el trabajo que lleva detrás, todas hemos trabajado como unas luchadoras». Una ardua tarea que ha sido posible, también, gracias a la consultora Concilia2, que ha guiado el proceso.
Pilar Limón Fernández-Caballero, psicóloga especializada en prevención de violencia de género es una de las personas que se ha encargado de ello. Sobre cómo surgió la idea, señala que «el Ayuntamiento se puso en contacto con nosotras y nos pidieron una propuesta orientada a la juventud y a la prevención de la violencia de género, también del acoso. La Consejería de Educación de Castilla La Mancha elaboró hace dos años un documento que homogeneizaba los protocolos a seguir en caso de existir un caso de acoso sexual en un centro educativo de la región. Puertollano quería ir más allá, querían trabajar dentro de la educación secundaria, aunando esfuerzos entre todos los centros públicos y concertados para luchar contra esta lacra».
El protocolo propone, por ejemplo, «muchas actividades de coeducación, de poner en valor el trabajo de las mujeres, de romper con los estereotipos y los roles sexistas en relación con la juventud, de cambiar la forma de hablar y relacionarse, de dejar de utilizar la violencia como herramienta, de fomentar las relaciones sanas y constructivas, de usar el diálogo y de respetar las diferencias. En definitiva, es educación para la ciudadanía», concluye Limón.
María Luisa Gallarda, IES Dámaso Alonso: «Llevamos muchos años trabajando por una educación en valores que incluya la igualdad como premisa fundamental en el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje»
Una de las bases sobre la que se asienta el proyecto va ligada a la formación del profesorado. Desde Concilia2 consideran que es «vital y los propios docentes la reclaman. Un centro puede tener una política de educación y coeducación, pero hay mucho profesorado —sobre todo el de más edad— que necesita formación. Es profesorado, pero es ciudanía y cada uno viene con sus ideas a clase. Tenemos que eliminar esa idea de que el profesor solo va al colegio a enseñar Historia y Matemáticas. Hay que hablar y para eso están las tutorías. Y hay que hacer partícipes a AMPAs y familias». Un papel, el de estos últimos, cuya importancia reconocen y, por ello, «se ha constituido una comisión de coordinación con los centros. En esa comisión, en cada centro hay una persona que representa a la dirección, otra al profesorado, otra al personal de administración y servicio, otra al alumnado y otra al AMPA».
María Luisa Gallarda confirma la relevancia de que los profesores también se formen: «no solo el profesorado, también el resto de la comunidad educativa. Como docente y socióloga creo que la prevención en el ámbito educativo de conductas de acoso y de hostigamiento es fundamental». Advierte de que «la sociedad patriarcal es plástica, tiene mucha maleabilidad y se adapta a las circunstancias y las situaciones de la sociedad actual. Por tanto, va permeando las instituciones y se infiltra, hace que perviva aquello que no queremos que siga insistiendo. Todas las generaciones de mujeres pensamos que las anteriores ya han resuelto esta cuestión. Los profesores también tenemos que aprender a manejar estas cuestiones. Seguimos luchando por la igualdad y para eso tenemos que formarnos».
Puede resultar llamativo que una iniciativa de estas características sea la primera en nuestro país. Pero no ocurre solo en España, según palabras de Pilar Limón: «cuando Puertollano nos contactó, quisimos analizar protocolos de este tipo en el ámbito escolar. No nos fue posible encontrar ninguno en este contexto. Nos tuvimos que ir a Francia y el Reino Unido, que es donde sí se está trabajando en esta materia».