El informe TIMSS 2023 sobre el rendimiento académico de los estudiantes españoles en Matemáticas y Ciencias ha puesto de manifiesto una alarmante tendencia a la baja, situando a España entre los países con peores resultados dentro de la OCDE y la Unión Europea. La evaluación, que se realiza cada cuatro años, ha revelado que los estudiantes españoles de 4º de Primaria y de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) siguen por debajo de la media internacional, con notables diferencias entre las distintas comunidades autónomas y un preocupante aumento de la brecha de género en Matemáticas.
El estudio, que incluye a 70 países de todo el mundo, ha evaluado el rendimiento de los estudiantes españoles en Matemáticas y Ciencias, con resultados que reflejan un estancamiento en comparación con ediciones anteriores. En 4º de Primaria, los alumnos españoles han obtenido 498 puntos en Matemáticas, una caída respecto a los 502 puntos de 2019 y los 505 puntos de 2015. En Ciencias, la puntuación ha descendido a 504 puntos, por debajo de los 511 de 2019 y los 518 de 2015. Esta tendencia a la baja coloca a España en una posición desfavorable, tanto dentro de la OCDE como de la Unión Europea, donde los países con mejores resultados están muy por encima de la media española.
En términos comparativos, el rendimiento de los estudiantes españoles es significativamente inferior al de países como Corea del Sur, Japón o Finlandia, que lideran el ranking global en estas áreas. En Matemáticas, la media de la OCDE es de 525 puntos, mientras que España se sitúa 27 puntos por debajo de esa cifra. En Ciencias, la brecha es igualmente amplia, con una diferencia de 22 puntos respecto a la media de la OCDE.
Eva Doménech Llauradó, directora pedagógica de Educación Infantil y Primaria del Colegio CEU Abat Oliba Loreto, señala que este informe revela importantes carencias en la enseñanza de estas materias. Por un lado, muchos docentes carecen de conocimientos matemáticos profundos, lo que los lleva a basar su enseñanza en la mecanización de procedimientos que ni ellos ni los alumnos comprenden plenamente. «Esto provoca que, cuando los alumnos se enfrentan a retos nuevos, se encuentren sin herramientas para resolverlos, ya que no han desarrollado una comprensión sólida, sino que simplemente han seguido patrones memorizados», explica. Por ello, subraya la importancia de que los docentes cuenten con una base sólida en Matemáticas y Ciencias. Según explica, «aumentar la carga formativa en estas áreas en las facultades podría dotar a los futuros profesores de un dominio más profundo». Esto, afirma, les permitiría no solo enseñar contenidos básicos, sino también fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas en el aula.
La Real Sociedad Matemática Española (RSME) considera en este punto que es esencial revisar los planes de estudio de los grados de formación de maestros, especialmente en lo que respecta a las Matemáticas y su didáctica. Subrayan la necesidad de aumentar la especialización en estas áreas, proponiendo la creación de la figura del «maestro especialista en matemáticas», similar a otras especialidades como lengua o ciencias. Aunque algunas facultades ya ofrecen itinerarios de especialización, estos no suelen ser la primera opción para los mejores estudiantes debido a la falta de una especialidad oficial reconocida en el sistema educativo.
Para mejorar los resultados de los estudiantes en Matemáticas y Ciencias, la RSME destaca la importancia de contar con docentes bien formados tanto en Matemáticas como en didáctica. Subrayan que las universidades deben garantizar que los futuros maestros sean capaces de identificar y atender a los estudiantes con mayor capacidad, ofreciendo un enfoque pedagógico que promueva un aprendizaje profundo y de calidad, en lugar de centrarse únicamente en ejercicios rutinarios.
Por su parte, la Federación de Enseñanza de USO (FEUSO) señala que los resultados del informe TIMSS 2023, que reflejan un descenso en el rendimiento de los estudiantes españoles en Matemáticas y Ciencias, ponen de manifiesto la necesidad de reforzar estas asignaturas en el currículo escolar. «Siempre hemos dicho que estas materias deben tener un lugar prioritario en la educación. Sin embargo, en los últimos años, quizás con buena intención, pero con escaso sentido educativo, se ha desviado la atención hacia otros asuntos menos esenciales, descuidando la preparación del alumnado en estas áreas fundamentales», destacan desde la organización.
Sobre el descenso en el rendimiento de los estudiantes, Antonio Barbeito, CEO y fundador de mundoestudiante y presidente de la Asociación de Academias de Enseñanza de Madrid (ASCADE) señala que los factores sociales y económicos juegan un papel crucial. «Es evidente que los alumnos con más recursos tienen acceso a programas educativos de refuerzo de mayor calidad», explica. Esta necesidad de refuerzo externo surge porque, según él, el sistema educativo tradicional no está cumpliendo con las expectativas de las familias, lo que repercute directamente en los resultados académicos. En cuanto a cómo los sindicatos pueden abordar estos factores, Barbeito propone estrategias como la unificación de los planes de estudio y la implementación de mejores políticas para los docentes. «Es esencial empoderar a los maestros como lobby para que sean respetados como antes», afirma, destacando que la figura del docente está perdiendo respeto, lo que debilita su rol como mentor en el proceso educativo.
Desde FEUSO no creen que los resultados se deban exclusivamente a factores sociales o económicos, aunque reconocen que todo influye en cierta medida. Para ellos, la solución pasa por fortalecer la enseñanza desde dentro de las aulas: contar con más y mejores docentes, motivados y valorados económicamente, que puedan impartir estas asignaturas con profesionalidad y rigor. Además, consideran imprescindible facilitar la implantación de horas de refuerzo para atender al alumnado con mayores dificultades en materias determinantes para su futuro. «Desde el ámbito sindical llevamos años reclamando más flexibilidad y un aumento de personal docente para abordar estas situaciones y garantizar una enseñanza de calidad», explican.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos consideran que, al abordar las mejoras necesarias en el sistema educativo, no deben priorizar de manera exclusiva los resultados obtenidos por el alumnado en informes internacionales como PISA o, en este caso, el Informe TIMSS. En el cambio curricular propuesto por la LOMLOE para el aprendizaje de las Matemáticas, que tiene en cuenta las sugerencias del Comité Español de Matemáticas (CEMAT), se sustituye el aprendizaje operacional, todavía vigente en muchas aulas, por el aprendizaje competencial. Este último es el que se mide en las pruebas cuyos resultados se reflejan en los informes internacionales más conocidos.
«Muchos docentes carecen de conocimientos matemáticos profundos, lo que los lleva a basar su enseñanza en la mecanización de procedimientos que ni ellos ni los alumnos comprenden plenamente»
Por su parte, Ángela Melero Camarero, presidenta de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), atribuye el descenso en el rendimiento de los estudiantes españoles en Matemáticas y Ciencias, reflejado en el informe TIMSS 2023, a una falta de atención hacia los aspectos más fundamentales de la educación. «No se está dando la importancia necesaria a tres pilares básicos: lectura y su comprensión, cálculo y escritura. Son esenciales en la vida cotidiana y fundamentales para el desarrollo de otros conocimientos», afirma. Según Melero, la falta de comprensión lectora y un vocabulario limitado frenan el desarrollo intelectual, mientras que el poco control en el uso de dispositivos digitales en muchos hogares y escuelas ha desplazado lo analógico, olvidando la relevancia de leer y escribir a mano.
Desde su perspectiva, el problema no se limita a las aulas, sino que también radica en un cambio de enfoque dentro del sistema educativo. «Las familias vemos que se debería volver a lo básico: realizar dictados, leer, escribir y fomentar el cálculo. Son herramientas que no solo fortalecen el aprendizaje, sino que también estimulan la curiosidad y la sorpresa como formas de motivación», explica. Melero destaca que los profesores tienen un papel crucial en este proceso, ya que no son simples mediadores, sino profesionales formados con los recursos necesarios para transmitir conocimientos y despertar el interés de los alumnos. «Cuando empecemos a apreciar su labor y a otorgarles el respeto que merecen, lograremos mejores resultados», subraya.
De la misma manera, Álvaro Barreras Peral, director del Máster en Didáctica de las Matemáticas de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), considera que las didácticas específicas de Matemáticas y Ciencias deberían tener mayor peso en los planes de estudio. «Son materias complejas debido a su nivel de abstracción, y los docentes en formación a veces arrastran actitudes negativas hacia ellas», señala. Según él, la actitud del docente hacia estas asignaturas es una variable clave en el éxito de la enseñanza.
Desigualdad entre comunidades autónomas
Una de las cuestiones más preocupantes del informe TIMSS 2023 es la gran disparidad en los resultados entre las distintas comunidades autónomas españolas. Mientras que regiones como Castilla y León, Asturias y la Comunidad de Madrid superan ampliamente la media nacional, otras como Baleares, Canarias y Andalucía presentan puntuaciones muy por debajo de la media. En Matemáticas, Castilla y León, por ejemplo, ha obtenido 522 puntos, mientras que Baleares se queda en 473 puntos, una diferencia significativa que refleja las desigualdades en el acceso y la calidad educativa a nivel regional.
En Ciencias, la tendencia es similar. Asturias, Galicia y Castilla y León destacan con puntuaciones superiores a los 520 puntos, mientras que Baleares, Andalucía y Canarias obtienen resultados que no alcanzan los 500 puntos. Este panorama evidencia las profundas diferencias en la calidad educativa que existen dentro del país y subraya la necesidad urgente de implementar medidas que garanticen una educación equitativa y de calidad para todos los estudiantes, independientemente de su lugar de residencia.
En este punto, Melero se muestra tajante. «Aprobar a un alumno que no ha alcanzado los mínimos no es igualdad, es una mal entendida igualdad. Es abandonarlo, darlo por perdido y transmitirle que no es necesario esforzarse», señala. Según ella, este mensaje cala profundamente en los estudiantes, quienes perciben que no es necesario trabajar, investigar ni esforzarse para avanzar. «Esto no solo afecta al aprendizaje, sino que también se refleja en la sociedad, fomentando una actitud contraria a los valores de esfuerzo y responsabilidad», añade.
Respecto a la influencia de la igualdad social en el rendimiento educativo, Barreras Peral reconoce que el rendimiento en Ciencias es una cuestión transversal difícil de resolver. Sin embargo, destaca que la confianza de los estudiantes en sus habilidades matemáticas y científicas está positivamente relacionada con su rendimiento. «Cualquier política que ofrezca un entorno seguro y de confianza para los estudiantes es positiva», afirma. También señala que los estudiantes inmigrantes y los de riesgo de exclusión social suelen obtener peores resultados, y aboga por contar con recursos en los centros educativos para minimizar estas diferencias. Y sobre la brecha entre comunidades autónomas, Barreras Peral destaca que factores socioeconómicos y políticos influyen en las disparidades en el rendimiento escolar. «Las universidades deben democratizar la formación especializada y la docencia online facilita el acceso a la formación en todo el país», subraya. Además, resalta la importancia de la colaboración entre universidades de diferentes comunidades autónomas para mejorar la formación docente.
Los factores sociales y económicos de procedencia del alumnado cobran especial relevancia. Para paliar estas diferencias y favorecer políticas de equidad e igualdad de oportunidades, desde el Sector de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos consideran esencial trabajar en las aulas con medidas como el refuerzo, la reducción de ratios, la codocencia y/o los desdobles. Además, destacan la importancia de proporcionar al alumnado materiales de calidad y accesibles durante su horario lectivo, para que el aprendizaje no dependa de las posibilidades económicas de las familias ni del nivel de estudios de los progenitores.
Otro problema que destaca Doménech es la falta de respeto por el desarrollo cognitivo natural de los niños. Según Doménech, a menudo se enseñan conceptos de manera demasiado abstracta, sin tener en cuenta si los alumnos están preparados para asimilarlos. Además, critica que en la enseñanza de las Matemáticas se priorice la inmediatez y los resultados rápidos sobre la calidad del aprendizaje. «Esto penaliza el desarrollo de un nivel avanzado, ya que, para obtener resultados rápidos, se recurre a la memorización y mecanización, dejando de lado una comprensión profunda y significativa de los conceptos», apunta.
La brecha de género se agranda
«Es evidente que los alumnos con más recursos tienen acceso a programas educativos de refuerzo de mayor calidad»
Otro de los aspectos preocupantes del informe TIMSS 2023 es la creciente brecha de género en los resultados de Matemáticas. Los chicos siguen obteniendo mejores resultados que las chicas, con una diferencia que ha aumentado en los últimos años. En 2023, la brecha en Matemáticas alcanza los 18 puntos, una cifra que representa un incremento del 63% en comparación con 2011, cuando la diferencia era de 11 puntos. En Ciencias, la brecha de género es mucho menor, pero sigue siendo un factor a tener en cuenta, ya que las chicas obtienen ligeramente peores resultados que los chicos.
Esta brecha de género en Matemáticas es un reflejo de las diferencias en el acceso a oportunidades educativas y de la posible influencia de factores socioculturales que afectan a las expectativas y el rendimiento de los estudiantes. En este sentido, es fundamental que las políticas educativas se centren en reducir estas disparidades y fomentar la igualdad de oportunidades entre todos los estudiantes, independientemente de su género.
En cuanto a la igualdad de oportunidades, FEUSO defiende que la evaluación personalizada es clave para mejorar los resultados educativos. «Es una afirmación gratuita y excesiva culpar a los docentes de aprobar a estudiantes que no alcanzan los mínimos. Esto va en contra de su profesionalidad», subrayan. Insisten en que evaluar sin miedo, tanto al alumnado como al sistema educativo, es esencial para adoptar políticas de mejora. «Debe hacerse dentro de los criterios recogidos en la normativa vigente, pero con un enfoque que permita detectar carencias y trabajar en ellas», añaden.
El nivel de rendimiento es alarmantemente bajo
Una de las conclusiones más preocupantes del informe TIMSS 2023 es el alto porcentaje de estudiantes españoles que se encuentran en niveles bajos de rendimiento en Matemáticas y Ciencias. En 4º de Primaria, casi el 38% de los estudiantes se sitúan en los niveles más bajos de la escala de rendimiento, lo que significa que tienen una comprensión básica de los conceptos. Este porcentaje incluye a aquellos estudiantes que solo son capaces de realizar operaciones matemáticas sencillas, como sumar y restar números de tres cifras, o resolver problemas básicos de geometría.
El informe también señala que solo un pequeño porcentaje de estudiantes alcanza niveles avanzados en Matemáticas y Ciencias. De hecho, solo el 4% de los estudiantes españoles de 4º de Primaria obtiene resultados en el nivel avanzado, una cifra muy por debajo del 7% del promedio internacional. Esta situación subraya la necesidad de una revisión profunda de los métodos de enseñanza y los recursos educativos disponibles, con el objetivo de mejorar el rendimiento de los estudiantes y reducir la cantidad de alumnos que se encuentran en niveles bajos.
Respecto a la tendencia de aprobar a estudiantes que no han alcanzado los conocimientos mínimos para evitar dejarlos atrás, Barbeito considera que este es uno de los problemas más graves del sector educativo español. «Muchos alumnos pasan de curso sin haber adquirido los conocimientos necesarios, todo para evitar estigmas o herir sensibilidades», señala. Según él, esto provoca un descenso en el nivel educativo cada año y disminuye la motivación de los profesores, lo que contribuye al bajo nivel de calidad educativa. Barbeito también menciona un dato alarmante: «Los estudiantes de 13 años de 2023 han disminuido un año en aprendizaje de matemáticas respecto a los de 2013», lo que, combinado con el efecto Flynn inverso, indica una tendencia generalizada de deterioro en el nivel educativo.
Doménech ante este punto también advierte sobre las tendencias en innovación pedagógica que, en algunos casos, se basan más en modas que en evidencias científicas. Según afirma, estos enfoques pueden resultar atractivos desde una perspectiva de marketing, pero no siempre están fundamentados en prácticas que realmente mejoren el aprendizaje de los alumnos. «A menudo, los colegios priorizan metodologías y discursos que les permitan atraer a las familias, en lugar de implementar prácticas pedagógicas eficaces para mejorar los resultados académicos», concluye.
El estancamiento en la Educación Secundaria Obligatoria
«Aprobar a un alumno que no ha alcanzado los mínimos no es igualdad, es una mal entendida igualdad. Es abandonarlo, darlo por perdido y transmitirle que no es necesario esforzarse»
Los resultados del informe TIMSS 2023 también reflejan una tendencia preocupante en los estudiantes al inicio de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para mejorar la calidad educativa, los estudiantes españoles siguen obteniendo resultados similares a los de países como Francia, Bélgica e Italia, y muy por debajo de países como Corea del Sur, Japón o Finlandia. En Matemáticas, España obtuvo 498 puntos en 2023, lo que la sitúa 27 puntos por debajo de la media de la OCDE. En Ciencias, la diferencia es aún mayor, con 22 puntos por debajo de la media de la OCDE.
Este estancamiento en el rendimiento académico de los estudiantes españoles en la ESO es una señal clara de que las políticas educativas actuales no están teniendo el impacto deseado. Es necesario un enfoque renovado y más efectivo en la enseñanza de Matemáticas y Ciencias, con un énfasis en la mejora de la calidad de la educación desde las primeras etapas de la formación escolar.
Respecto al impacto del bajo nivel en Matemáticas y Ciencias en el ámbito laboral y social, desde FEUSO consideran que estos malos resultados son un indicador de la necesidad de revisar los métodos y objetivos de la educación. «Entre todos, deberíamos abordar sin miedo estos problemas y tomar medidas valientes. Pero estamos cansados de la excesiva politización de las cuestiones educativas, que desvían la atención de lo prioritario: preparar al alumnado para afrontar los retos de su vida académica y laboral», denuncian. Según la organización, los profesionales de la educación deben ser quienes lideren las propuestas de mejora, basándose en la realidad del aula y no en debates ideológicos.
Para FEUSO, este es un momento clave para dar un salto adelante en la calidad educativa. «Más que seguir quejándonos del nivel del alumnado, necesitamos aprobar medidas que mejoren la enseñanza a todos los niveles. Las circunstancias sociales y económicas actuales nos exigen actuar con valentía para garantizar el futuro de nuestros estudiantes», concluyen.
Barreras Peral, sobre cómo la universidad puede contribuir a mejorar los resultados en Matemáticas y Ciencias, destaca que las universidades deben investigar y formar. «Es necesario desarrollar proyectos de investigación que analicen las causas de los malos resultados y luego transferir estos hallazgos a los docentes», afirma. Barreras Peral subraya la importancia de actualizar los planes de estudio en las facultades de formación docente para incorporar los resultados de estas investigaciones.
En cuanto a la influencia del bajo nivel educativo en la enseñanza de Matemáticas y Ciencias a largo plazo, Barbeito subraya la importancia de estar preparados para el futuro, especialmente en la era de la inteligencia artificial. «Vivimos en la era de la IA, que habla el idioma de los 1 y los 0, pura matemática», explica. Si la sociedad no está matemáticamente preparada, advierte, los individuos que no tengan conocimientos mínimos en matemáticas se fiarán ciegamente de la IA, lo que podría generar conflictos en el ámbito laboral o personal. Para Barbeito, los sindicatos tienen un papel crucial en impulsar reformas que mejoren la vida de las personas y, en particular, la educación de las futuras generaciones.
La directora pedagógica de Educación Infantil y Primaria del Colegio CEU Abat Oliba Loreto, propone varias medidas clave para revertir la situación actual en la enseñanza de las Matemáticas y las Ciencias. Según ella, la universidad debe desempeñar un papel fundamental en la formación inicial de los maestros, abordando varios aspectos esenciales.
Doménech destaca la importancia de reforzar el conocimiento matemático profundo en los futuros docentes. Subraya que una base sólida les permitirá explicar los «porqués» de los procedimientos y diseñar actividades que fomenten la comprensión, evitando la memorización sin entendimiento. Además, insiste en que la formación docente debe centrarse en el desarrollo evolutivo del alumno, utilizando materiales concretos y manipulativos que faciliten la comprensión de conceptos abstractos.
También, Doménech aboga por priorizar la comprensión sobre la mecanización, promoviendo actividades que desarrollen el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Llama a guiar a los colegios hacia prácticas pedagógicas basadas en evidencias científicas y señala que la innovación pedagógica debe ser una herramienta al servicio del aprendizaje, no un fin en sí misma.
Asimismo, resalta la importancia de priorizar la calidad del aprendizaje sobre los resultados inmediatos, fomentando una comprensión profunda y duradera. También aboga por una mayor colaboración entre universidades y colegios para aplicar los avances en investigación pedagógica y mejorar la educación.
Finalmente, Doménech critica la política educativa española que permite la promoción de estudiantes sin un dominio completo de Matemáticas y Ciencias, lo que afecta la calidad de la educación y genera un efecto acumulativo negativo, especialmente para los futuros maestros.
En este aspecto, Barreras Peral no considera que esta sea una variable decisiva. «Los resultados del informe TIMSS no se ven significativamente afectados por esta política, especialmente porque los datos provienen de estudiantes de 4º de Primaria, donde aún no se generan diferencias notables», explica. Además, menciona que los resultados en Matemáticas de 2023 son mejores que los de 2011, cuando la política de promoción era diferente.
El camino hacia una educación de calidad
«Muchos alumnos pasan de curso sin haber adquirido los conocimientos necesarios, todo para evitar estigmas o herir sensibilidades»
Ante estos resultados, es urgente que las autoridades educativas, los docentes y las familias trabajen de manera conjunta para abordar las deficiencias detectadas en el sistema educativo español. Es necesario implementar medidas que mejoren la calidad de la enseñanza en Matemáticas y Ciencias, así como reducir las desigualdades entre comunidades autónomas y entre géneros. Además, es fundamental invertir en formación docente, recursos educativos y programas de apoyo para los estudiantes con dificultades.
El informe TIMSS 2023 debe servir como un punto de inflexión para impulsar reformas que permitan a los estudiantes españoles alcanzar su máximo potencial y competir en igualdad de condiciones con sus compañeros de otros países. Solo a través de un compromiso conjunto y un enfoque integral se podrá garantizar una educación de calidad que prepare a los estudiantes para los retos del futuro.
Melero también considera que no hay un único motivo, pero advierte que la falta de foco en los contenidos fundamentales es parte del problema. «Si las escuelas se convierten en parques temáticos donde todo debe ser dinámico y entretenido, pero no se da tiempo a la reflexión ni a enfrentarse a problemas de manera individual, estamos perdiendo la esencia de la educación», lamenta. Según ella, las instituciones educativas corren el riesgo de convertirse en simples lugares de ocupación para los niños mientras los padres trabajan, en lugar de ser espacios para el aprendizaje y el desarrollo intelectual.
Finalmente, Melero reflexiona sobre las consecuencias a largo plazo de un bajo nivel educativo en Matemáticas y Ciencias. «Cuanto más ignorante es una sociedad, más manipulable resulta. Un sistema educativo de calidad crea sociedades más justas, solidarias, fuertes y con recursos para progresar», señala. En su opinión, formar profesionales capaces de investigar, solucionar problemas y contribuir al avance en campos como la medicina, la cultura y la tecnología debería ser una prioridad. Para ello, considera imprescindible un pacto de Estado que trascienda los ciclos políticos y que involucre a toda la comunidad educativa: profesionales, familias, sindicatos y administración. «Es una labor de todos, y solo a través del consenso podremos construir un sistema educativo que genere progreso y no se preste a manipulaciones políticas», concluye.
Si atendemos a los retos tecnológicos y científicos del futuro, Barreras Peral considera que el uso de la tecnología en las asignaturas científicas aún debe mejorar. «Los docentes enfrentan dificultades por la falta de recursos, el desconocimiento de herramientas adecuadas y la falta de formación en su uso», explica. Para él, las universidades deben transferir los resultados de la investigación a los docentes preuniversitarios, ofreciendo formación práctica en el uso de herramientas tecnológicas.
En este aspecto y aunque la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) establece una base para desarrollar la competencia matemática, la RSME considera que la implementación curricular en las aulas aún necesita mejorar. De hecho, piden claridad y precisión en las orientaciones curriculares, y sugieren que se promuevan investigaciones a gran escala en colaboración con centros educativos, lo que permitiría una mejor adaptación a los avances tecnológicos y científicos.
En cuanto al profesorado, desde UGT subrayan la necesidad de acompañarlo tanto en su formación inicial como en la permanente, adaptándose al enfoque competencial que exige nuevas metodologías y criterios de evaluación. Señalan que los egresados universitarios vinculados a áreas científico-tecnológicas están bien valorados en otros países, lo que indica que no falta formación científica, sino que es necesario hacer atractiva la profesión docente y proporcionar formación y recursos pedagógicos. Respecto al profesorado de Educación Primaria, consideran necesario abrir un debate para reforzar estas áreas en su formación inicial.
Igualmente, defienden que apostar por una valoración global de las competencias alcanzadas por cada alumno y alumna a la hora de decidir su promoción no equivale a desatender la consecución de estas. Recuerdan que España sigue siendo uno de los países con mayor porcentaje de repetición de curso, sin obtener mejores resultados que otros donde este porcentaje es más bajo.