Cristina Muñoz
"Los niños y jóvenes no están preparados para evitar estos riesgos. Utilizan diariamente las TIC como si a ellos no les pudiera pasar nada". Es la realidad que expone la subinspectora Isidora Cortés, y jefa de Grupo de Gestión del Plan Director de Policía Nacional, frente al problema del ‘grooming’ o ciberacoso sexual a menores en la red. Pero es también la realidad de una sociedad acostumbrada a pensar que a ellos y a su entorno nunca les pasará algo así.
Teniendo en cuenta que cada vez hay una mayor tendencia a que los niños estén familiarizados con los dispositivos electrónicos y el mundo digital desde bien pequeños, y que en muchos casos, los propios padres ven en estos aparatos una forma sencilla de que sus hijos estén entretenidos y controlados mientras ellos realizan otras tareas, es mucho más coherente pensar que nadie está a salvo de caer en las trampas de los ciberacosadores.
Si nos fijamos en las cifras, no cabe duda de que estamos ante un verdadero problema. La empresa Monsan recoge datos tan relevantes como que un 67% de los menores de 15 años tiene móvil, o que un 45% de estos accede a la red desde dispositivos que no poseen filtros de contenidos.
En el caso que nos preocupa, las cifras también son significativas, pues un12,8% de los jóvenes reconoce haber visitado páginas de contenido sexual "por curiosidad", y un 9,1% ha falsificado su identidad en chats y redes sociales.
La inocencia y el desconocimiento de los peligros que entraña el inmenso mundo de Internet es lo que hace más vulnerable a los menores. Es por ello que los expertos consultados por Escuela responden al unísono que existe una falta de preparación que permita a niños y jóvenes prevenir, detectar e informar sobre esta problemática. Del mismo modo que se evidencia, aseguran, en los adultos.
"La respuesta es concluyente, nuestros niños, niñas y jóvenes, en una amplia mayoría no están preparados para evitar estos riesgos, ya que desconocen su existencia o simplemente piensan que son situaciones que pueden controlar por ellos mismos -añade la subinspectora Cortés-. Los niños y niñas utilizan diariamente las tecnologías y tienen cada vez más conocimientos técnicos sobre ellas, no obstante siguen utilizándolas como si nunca pasara nada o como si a ellos no les pudiera pasar nada. Esta actitud les puede hacer caer en situaciones de riesgo como el grooming, que podrían evitarse con unos conocimientos básicos sobre cómo detectarlos y sobre todo como actuar ente ellos".
La inocencia y el desconocimiento de los peligros que entraña el inmenso mundo de Internet es lo que hace más vulnerable a los menores
De acuerdo con las palabras de la Subinspectora Cortés, desde AntiCP, nombre bajo el que un grupo de personas luchan contra la pornografía infantil en Telegram y que pusieron en marcha una petición a través de Change.org con este fin, creen también que los niños no están preparados para evitar a los ciberacosadores. "Son altamente influenciables, es muy difícil incluso para un adulto. El acosador puede crear perfiles falsos para hacerse pasar por un niño o alguien en quien la víctima confiaría. Son los padres los que tienen que controlar la situación y dar consejos básicos"
Los impulsores de AntiCP señalan además que el problema del acoso a menores radica en que "la mayoría de padres piensan que eso nunca le sucederá a sus hijos". Ante esto, ven necesario que se cree un entorno de confianza y comunicación entre padres e hijos para concienciarlos de los riesgos potenciales y de cómo evitarlos.
También la subinspectora Cortés plantea que la ignorancia que en un principio se hacía evidente en padres y madres en torno al ciberespacio, está dando paso a otra "de tipo cognitivo". "Ahora saben utilizar de forma más eficaz la red, pero desconocen ampliamente el uso que los menores hacen de ella. Y aunque hay una atención cada vez mayor por las TIC, no siempre muestran el interés, los conocimientos o están lo suficientemente concienciados de los riesgos a los que sus hijos se pueden ver expuestos en Internet".
En línea con los anteriores, la psicóloga en Álava Reyes Margarita Montes también tiene claro que no están preparados para evitar caer en las redes de los ciberacosadores, ni niños ni adultos. "No. Es realmente complicado hasta para un adulto, pues cuando alguien quiere mentir, tiene toda una estrategia montada y se esconde tras un perfil. La clave no está en ser más listo y detectarlo, si no en ser muy tajantes con los hijos en el tipo de cosas que pueden y no pueden hacer en sus perfiles", apunta.
La vida online no es solo vida virtual
Para el coordinador técnico de la Confederación Española de Centros de Enseñanza privados y concertados de España (CECE), Juan Chavarri, la razón principal por la que no reconocemos los peligros de Internet es por pensar que "la vida online solo es vida virtual y no real". Chavarri advierte también de la alta exposición de los jóvenes a contenidos sexuales en Internet y a hacer uso de las tecnologías, a menudo, sin la supervisión ni los consejos de los adultos. Ante lo que, reconoce, que no se puede decir que "el riesgo de ciberacoso actualmente sea bajo".
En cuanto a la educación y la preparación de los menores ante el ciberacoso sexual, apela al desconocimiento y a una falta de concienciación, información y formación de padres y centros educativos que les permitan detectarlo de manera efectiva. "Ahora bien, en lo que hay verdadera carencia es en medios de control, ya sea a través del hardware, software o mecanismos de intervención parental que puedan limitar el acceso de los menores a este tipo de contenidos nocivos", subraya.
En cuanto a la educación y la preparación de los menores ante el ciberacoso sexual, desde CECE se apela al desconocimiento y a una falta de concienciación, información y formación de padres y centros educativos que les permitan detectarlo de manera efectiva
Desde CEAPA, su presidente José Luis Pazos, evidencia, de acuerdo al pensamiento generalizado de los expertos, una escasa preparación en los niños de cara a que sepan gestionar adecuadamente la información que les rodea, al igual que no se les instruye sobre los riesgos en las redes. Se trata de un trabajo que pasa por formar, en primer lugar, a los adultos. "¿Están preparados los adultos? Con carácter general, no. Luego no podemos pretender que los menores lo estén, entre otras cosas porque somos los adultos los que se supone que les debemos enseñar".
Otro problema importante que resalta Pazos es la falta de concienciación de los adultos ante los peligros de Internet. "Las familias les hemos dotado de herramientas tecnológicas, incluso para que las usen en solitario en sus habitaciones, pero no nos hemos cerciorado antes de detectar si están ante un peligro potencial", lamenta.
La prevención, clave frente a los ciberacosadores
No se puede pasar por alto que el acoso sexual a menores en Internet es un riesgo real. Así como que existen carencias a la hora de controlarlo y detectarlo. Y un inconveniente principal: que no se sabe ni cómo ni cuándo puede aparecer. Tampoco existe una fórmula ni herramientas realmente capaces de acabar con estos peligros. Y aunque, en conjunto, consideran que el refuerzo o las mejoras en términos legislativos podrían ser efectivos, creen que la solución pasa, en primer lugar, por la concienciación y la prevención.
Así lo plantean desde la Unidad Central de Participación Ciudadana de Policía Nacional. Es la subinspectora Cortés quien recuerda que "la legislación española cada vez está más adaptada y diseñada para poder atajar toda esta problemática. Ya en la última reforma del Código Penal se incluyeron los delitos de odio como un nuevo tipo penal, así como el acoso". Sin embargo, y aunque reconoce que "todo es susceptible de mejora a nivel legislativo", asegura que frente a estos temas, la mejor herramienta es la concienciación social sobre la problemática y una buena formación enfocada a la prevención.
Es a través del Plan Director, desde el que esta unidad de la Policía Nacional trabaja en la mencionada prevención y en la detección de los casos de ciberacoso sexual a menores, así como de todas aquellas cuestiones que afecten a la seguridad de niños y jóvenes en la escuela y su entorno. La subinspectora Cortés explica que este plan se desarrolla en torno a una serie de actuaciones como son las charlas preventivas entre alumnos, profesores y padres, donde el tema más demandado es el del ‘grooming’.
La puesta en marcha de campañas de concienciación son la respuesta al problema también para el grupo AntiCP. "Es muy complicado crear una nueva ley, en especial si esta se interpone a otras como la libertad de expresión o la privacidad. Pero sí se pueden promover campañas de concienciación para padres e hijos donde se explican los métodos que pueden usar los acosadores y evitar, al menos, un porcentaje de los acosos", indican.
¿Tendríamos que plantearnos y considerar la educación como el instrumento principal para poner freno a este problema? Para José Luis Pazos no cabe otra solución. Y es que, aunque el presidente de CEAPA admite que la legislación "es importante y debe ser dura para que se disuada", expone que apostar por esta vía como la prioritaria es una equivocación, pues se entraría en "una espiral sin fin". "La persona que delinque por las redes suele estar muy preparada para poder hacerlo. Por ello, sólo con la educación de los posibles afectados se podrá poner freno a este tema, o cuando menos minimizarlo lo máximo".
En CECE por su parte, echan en falta el aumento sobre el control y las barreras de protección que deberían estar presentes en las redes sociales, en otras aplicaciones en la red y en los dispositivos móviles. "En nuestro país es algo casi nulo -critican-. Todo lo que se regule al respecto y vaya encaminado a proteger a los menores contra esta amenaza será positivo".
En CECE por su parte, echan en falta el aumento sobre el control y las barreras de protección que deberían estar presentes en las redes sociales, en otras aplicaciones en la red y en los dispositivos móviles
Cabe recordar que a nivel legislativo hay documentos que señalan como delito las distintas formas de abuso sexual a menores, entre ellas prácticas como el ‘grooming’ o el turismo sexual. Encontramos la Convención sobre la Protección de los Niños contra la Explotación Sexual y el Abuso Sexual de 2007, la reforma en 2008 del Código Penal en la que se agravaban las penas de la pederastia y la pornografía infantil o la modificación de la Ley Órganica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor que fue actualizada a través de la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia.
En resumen, lo que señalan los expertos consultados por Escuela en torno a la prevención de los menores es que la mejor manera de cerciorarse de que los niños están a salvo de los peligros de la red es mediante una buena educación y formación.
"El camino errado es prohibir el uso de estas herramientas -aclara Pazos-. No se puede evitar su presencia en la vida de los menores, así que debemos enseñarles a usarlas con seguridad y educarles, desde que son pequeños, en la gestión de la información".
Pero además de transmitir a los niños los problemas que conlleva proporcionar información o imágenes comprometedoras a desconocidos a través de la red, Chavarri ve necesario inculcarles una actitud "proactiva respecto a la privacidad y la desconfianza". "Es importante concienciar en la idea del manejo que las demás personas pueden hacer de las imágenes e informaciones propias", añade.
Ocultar el acoso por miedo a reproches y vergüenza
Hay un llamamiento generalizado, entre los entrevistados, a que padres y docentes muestren una actitud de confianza hacia los niños para evitar que éstos se escondan detrás de un sentimiento de culpa, miedo o vergüenza. Se debe tener en cuenta también, que los acosadores utilizarán todas sus armas para, mediante el chantaje, tener atado al menor e incluso impedirle que desvele el secreto.
"El contarlo puede ser muy complicado -opinan desde AntiCP-. Los menores son muy vulnerables a esto ya que no se imaginan las consecuencias de sus actos y tienen más miedo a un posible castigo que a seguirle el juego al acosador. Se sienten avergonzados y no saben como gestionar la situación, y la mayoría piensa que ha hecho algo malo, cuando ellos son las víctimas".
Esta confianza dependerá sobre todo de la actitud que muestren los adultos a la hora de solucionar los problemas del día a día con los niños. Así lo transmite la psicóloga Montes, quien hace un llamamiento a la ‘coherencia’ de los padres y docentes, pues considera que si de manera habitual la forma de educarles es mediante sermones y castigos, será "poco probable que cuenten que alguien les está acosando por miedo a las represalias".
En CEAPA apuestan por una educación basada en el diálogo permanente desde pequeños. "Si están acostumbrados a comentar lo que les sucede desde temprana edad, les será más fácil hacerlo cuando se encuentren ante una situación así. Es imprescindible que nuestros hijos e hijas aprendan, con nuestra enseñanza práctica, que cuando surge un problema, nuestra preocupación debe ser solucionarlo y sólo después de haberlo conseguido, si es que debe hacerse en algún momento, mostrar nuestro enfado", propone Pazos.
La educación emocional para ganar la batalla a los acosadores
El peligro de caer en las redes de ciberacosadores sexuales aumenta cuanto más vulnerables se encuentran niños y jóvenes. Son edades peligrosas, pues atraviesan etapas de cambios en las que pueden ver afectada su autoestima. Por ello, es primordial una máxima atención en transmitirles unos valores que les empujen a respetarse a sí mismos y, como no, a su entorno.
"Cualquier valor que se transmita en persona, terminará calando en sus redes sociales. También el respeto a sí mismo y al resto de gente con quien se relacionan -opina la psicóloga Montes-. La prevención es la que se hace en educación afectivo-sexual, poco a poco y año a año desde que son pequeños. El mensaje de "mi cuerpo es mío" debe ser aplicado tanto en persona como para cualquier presión en una red social".
Transmitirles que todo lo aplicable a la vida offline debe serlo en la vida online, es el mensaje que fomentan también desde Policía. La Subinspectora Cortés señala así la importancia de "educar en la empatía" para conseguir que niños y jóvenes sean capaces de ponerse en el lugar del otro, y de crear una convivencia basada en el respeto y la tolerancia.
La Subinspectora Cortés señala la importancia de "educar en la empatía" para conseguir que niños y jóvenes sean capaces de ponerse en el lugar del otro, y de crear una convivencia basada en el respeto y la tolerancia
Una convivencia que debe estar respaldada por programas de educación emocional, según indican desde la confederación que representa a los colegios concertados y privados de España. "No podemos cerrar los ojos a la realidad y para eso es necesario establecer reglas que eviten estas situaciones. Tratar el tema a través de cursos, tutorías, establecer un control sobre los dispositivos, pero sobre todo introducir asignaturas de educación en valores. Realmente estos planes de educación emocional son muy importantes porque para un abordaje integral de estos problemas es primordial, en ocasiones, considerar la inteligencia emocional", apunta Chavarri.
La familia como principal instrumento para prevenir los riesgos de internet
Pero más allá de las leyes o de una educación en valores, es en casa, bajo la supervisión del padre y la madre, donde se debe ejercer una mayor atención y control de la utilización que hacen los niños y jóvenes de los dispositivos electrónicos. "Lo importante aquí es que los padres se tomen muy en serio los riesgos que hay y sus consecuencias. Que establezcan elementos y reglas de control y usos", apunta el coordinador de CECE.
"Siempre es bueno hacerle ver a los hijos que controlas el tema, que estás actualizado y que tienes perfiles en las redes sociales y puedes contactar con ellos -expone Chavarri-. Y ante la menor sospecha actuar rápidamente, pedir ayuda y comunicarlo al colegio, para que desde allí puedan colaborar también con el análisis de investigación de la situación".
Más allá de las leyes o de una educación en valores, es en casa, bajo la supervisión del padre y la madre, donde se debe ejercer una mayor atención y control de la utilización que hacen los niños y jóvenes de los dispositivos electrónicos
"¿Para qué necesita un móvil un niño de 8 años? ¿Es necesario realmente que tengan esas cosas a su alcance? -plantean desde AntiCP-. Deberíamos valorar primero si de verdad nuestros hijos necesitan un smartphone, una tablet o un ordenador. Cuando tengan en sus manos un ordenador, su uso debería ser exclusivo para realizar las tareas del colegio y poco más".
Pero, ¿es la solución alejar a los menores de Internet? La teoría parece sencilla, pero es cierto que en una sociedad en la que vivimos rodeados de tecnología y donde recurrimos constantemente a ella, llevarlo a la práctica es casi imposible. Sin embargo, lo que sí resulta factible es dotarles de estos dispositivos en base a su edad y a las necesidades pertinentes.
La respuesta a esta pregunta parece tenerla la Subinspectora Cortés, que remarca la importancia de "no demonizar Internet, sino ayudar a los niños a pensar de forma crítica sobre lo que circula en la red". Entre otras actuaciones, para combatir el ciberacoso, aconseja elegir contenido apropiado para su edad y su maduración intelectual, así como inculcar en el menor un uso racional y equilibrado del tiempo, alternando el ocio con estos dispositivos y, sobre todo, que la utilización de estos aparatos se produzca en un espacio común, es decir, que ordenadores y otros dispositivos estén ubicados fuera de las habitaciones, para hacer más fácil la supervisión de padres y madres.