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La vida entra en la clase
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La vida entra en la clase

Autoría compartida

Cuadernos de Pedagogía, Nº 472, Sección Experiencias, Noviembre 2016, Wolters Kluwer, ISBN-ISSN: 2386-6322

El texto libre es una producción escrita por el alumnado sin limitaciones de ningún tipo. Posteriormente, recibe un tratamiento que constituye un inmejorable trabajo sobre lectoescritura. Pero, además, esta técnica propuesta por Freinet consigue que las vivencias, los intereses y la creatividad de cada niño y de cada niña entren en el aula cuando detectan que realmente son libres de expresar lo que desean y que se respeta su trabajo.

Moisés Ayala Montero, Rafael Rodríguez Pino, Juan Manuel Palmero Sánchez y José Antonio Téllez Muñoz

juanma_palmero@hotmail.com

Los textos libres aparecen en la vida de Célestin Freinet a raíz de la necesidad percibida en su alumnado de expresarse, de abrirse, de traer la vida a la clase. Cuando establece dinámicas de clase más activas y participativas y pone a sus alumnos en contacto con el mundo que les rodea, estos demandan espacio de expresión para plasmar sus vivencias, su entusiasmo, su curiosidad, su vida, al fin y al cabo. Freinet descubre que sus niños y niñas quieren expresarse, pero no sometidos a los límites establecidos habitualmente en la escuela por la tradicional redacción, sino con libertad para desarrollar sus ideas, experiencias y fantasías.

Para nosotros, los textos libres son igualmente ese grifo abierto que permite que la vida cotidiana, las vivencias intensas, las grandes pasiones, la fantasía y la creatividad de nuestros niños y niñas fluyan en la clase. Nuestros alumnos se dan a conocer a sí mismos y traen a clase todas aquellas cosas y personas que les son relevantes a través de sus escritos. Se expresan también mediante cuentos, canciones, poesías y textos de todo tipo, que nacen de su fantasía y de su creatividad.

Los textos libres son producciones escritas elaboradas por el alumnado sin limitaciones de ningún tipo: ni en la extensión, ni en la temática, ni en la forma, ni en el tiempo de trabajo. Supone dedicar un rato a vaciar el alma en una hoja, casi como poner el lápiz sobre el papel y dejar que se mueva solo. Los textos producidos tendrán un tratamiento posterior que nos proporcionará un inmejorable trabajo sobre todos los aspectos relacionados con la escritura, como la expresión escrita, la ortografía, la caligrafía, la organización espacial de las producciones, etc.

Los textos sobre los que trabajaremos serán textos cercanos, amenos, conectados con su vida y con su realidad. Por tanto, serán textos motivantes y atractivos que propiciarán y alentarán el trabajo posterior de forma natural.

La capacidad para escribir un texto libre llegará a través de un proceso de liberación. La clave está precisamente en la palabra libre. La escuela tradicional tiene en la libertad un equivocado enemigo, y asume que los procesos y actividades tienen que estar dirigidas con el mayor grado de control posible sobre todos los elementos. En un primer momento, el alumno, desentrenado en el uso de su libertad y autonomía personal, puede verse indefenso ante su hoja en blanco, pero no tardará en animarse a plasmar en su cuaderno esas vivencias intensas que llenan su vida, sobre todo cuando detecta que verdaderamente dispone de esa libertad de expresión y se respeta su trabajo.

En los textos libres confluyen dos de las ideas de Freinet más inspiradoras: el concepto de libertad aplicado a la escuela y la unión entre vida y escuela. A través de estas construcciones escritas y su posterior tratamiento la vida de los niños y niñas se funde con la escuela, encuentra su sitio en las aulas, rompiendo así ese cisma profundo que tradicionalmente se abre entre estos dos mundos, que deberían ser solo uno. Así la vida entra en la escuela y la escuela se convierte en parte de la vida de los niños y niñas. Para ellos, la vida es lo interesante, lo percibido como útil, lo apasionante, lo que tiene en cuenta sus necesidades y gustos.

Una expresión genuina

Si pretendemos que verdaderamente en nuestras aulas fluyan textos de vida, que sean expresión verdadera de los niños y niñas que conforman la clase, no solo tenemos que integrar esta actividad en nuestras dinámicas de trabajo, sino que tenemos que considerar una serie de implicaciones derivadas de la técnica, que si no son tenidas en cuenta podrán desvirtuar la actividad y la harán perder gran parte de su riqueza.

En primer lugar, debemos respeto a las producciones del alumnado. Un niño o niña se sentirá libre para expresarse en el momento en que se sienta respetado en su expresión; en caso contrario, se verá influido y mediatizado. En ocasiones podemos vernos tentados a reaccionar de forma negativa ante un texto porque no nos gusta la temática elegida o porque no compartimos una opinión determinada. Tenemos que asumir nosotros esa capacidad de respeto hacia las producciones ajenas en todas sus dimensiones. Nuestra reacción ante un texto libre será siempre positiva porque el alumno ha hecho lo que tenía que hacer, es decir, expresarse de forma libre. A partir de aquí podemos dar consignas con respecto a la expresión, la ortografía o la sintaxis, siempre de forma positiva.

Una actitud de respeto por nuestra parte generará actitudes de respeto por parte del alumnado, que aprenderá a valorar el trabajo y la aportación de cada uno.

La diversidad de opiniones y temas suponen riqueza, debate, conocimiento, pensamiento, puesta en contacto con diversidad de realidades. Dejemos que sean los propios niños y niñas los que valoren los temas tratados y cuestionen opiniones y puntos de vista, conformando poco a poco su personalidad y su visión del mundo.

En segundo lugar, hay que conceder tiempos flexibles para su realización. Para que esta expresión libre sea una realidad, el alumnado debe disponer de los tiempos adecuados para ello. Lo que ocurre es que los tiempos adecuados son diferentes para cada individuo. Es por esto que esta actividad es ideal en dinámicas de clase flexibles, que permiten adecuar a cada alumno el tiempo dedicado a cada actividad a sus necesidades y características.

Si integramos los textos libres en planes de trabajo, es decir, propuestas abiertas que permiten al alumno realizar sus tareas con una secuenciación y temporalización planificada por él mismo, el texto libre da un paso más porque el alumno, dentro de un plazo marcado más o menos largo (un día, una semana) podrá realizar el texto libre cuando verdaderamente quiera y se sienta en disposición o con necesidad de expresarse.

Y por último, debe existir un tratamiento posterior de los textos que convierta su realización en una tarea realmente motivante y le dé sentido. La elaboración de textos libres supone una fuente de textos cercanos, atractivos, conectados con la vida de nuestros alumnos y alumnas. Estos textos se convertirán en un recurso que utilizar con diferentes finalidades. Utilizaremos los textos producidos para elaborar fichas de trabajo, dictados, para realizar trabajos de comprensión lectora, para hacer lecturas en voz alta, como enunciado de problemas matemáticos y para todo aquello que se nos ocurra.

Además, estas producciones quedarán plasmadas en nuestras publicaciones de aula: libros, periódicos, revistas, e incluso un blog en Internet, y pueden ser utilizadas como correspondencia escolar. La publicación de estos trabajos les da una finalidad práctica y funcional.

El texto libre como proceso de trabajo

El texto libre no es una actividad puntual que se limita a la elaboración del texto que acaba abocado al olvido. Esto no sería coherente con nuestra forma de entender el trabajo escolar. Siempre buscamos tareas de clase que cobren sentido y sean percibidas por el alumno como algo funcional. Así pues, estos textos serán plenamente motivantes cuando sean verdaderamente libres, permitiendo la expresión íntima y espontánea del escritor, y cuando sean percibidos como elementos útiles, trabajos con una finalidad atractiva y real.

Freinet llega a los textos libres a partir de salidas al entorno que luego generan un ambiente de necesidad expresiva, y a través de los textos libres abandona los libros de texto y llega a las publicaciones de aula. Nosotros damos un recorrido a estos textos: relacionamos la totalidad de las actividades realizadas secuenciadas, teniendo en cuenta que no todas estas actividades son realizadas siempre.

Una vez elaborados los textos libres, se pasan a limpio después de haber sido supervisados por el maestro. Así corregimos las faltas de ortografía o fallos de todo tipo. Podemos animar a los niños y niñas a decorar esa producción final. Esto puede hacerse en clase o como tarea de casa.

Después, se hace una lectura en clase de los textos. Es un momento relajado, distendido, de expresión íntima y de conocimiento mutuo. Debe ser una experiencia positiva para el alumnado, en la que reciba orientaciones acerca de cómo mejorar su texto y la exposición del mismo para la próxima vez, ya que los niños y niñas están intrínsecamente motivados para hacer buenas lecturas ante los compañeros y compañeras. Ayudaremos cuando se presenten dificultades y daremos a cada alumno su momento de protagonismo.

La lectura dará como resultado una votación en la que la clase elegirá uno o más textos libres favoritos. Estos textos elegidos serán los que utilizaremos posteriormente.

El siguiente paso es la informatización de los textos libres favoritos: los pasamos a ordenador, lo cual nos permite trabajar la competencia digital. Después, utilizamos los textos libres favoritos como textos de trabajo: pasarán a formar fichas y tareas de trabajo variado, así como recursos de lectura y dictados. Y, por último, tiene lugar la publicación: es el colofón final de los textos libres, que se hacen públicos a través de todas aquellas publicaciones que produzcamos en clase (periódico, revista, libro, blog).

También podemos hacer un gran libro personal de cada niño con sus textos libres a lo largo del tiempo, o un libro de textos libres favoritos de la clase. Realmente, las posibilidades son amplias.

¿Qué nos aportan?

Los textos libres permiten al alumno un momento de expresión personal en el que este puede volcar en su hoja de papel vivencias, inquietudes, deseos, mundos imaginarios, gustos, aficiones, etc. En definitiva, le permite volcarse a sí mismo. Esto provoca una catarsis, un desahogo del alumnado. Le proporciona un tiempo de clase para contar sus cosas y para expresarse a sí mismo a través de sus vivencias o de su fantasía.

Por otra parte, la lectura de los textos libres en clase proporcionará un amplio conocimiento mutuo entre el alumnado de la clase. A través de estos escritos compartirán experiencias, aficiones, formas de vida, sentimientos, mundos de fantasía… Esto hace que los niños y niñas de clase lleguen a conocerse unos a otros de forma muy extensa. El interconocimiento mutuo propicia el establecimiento de lazos afectivos entre niños y niñas, que ven cómo comparten experiencias vitales, sentimientos y aficiones. Eso les acerca y permite diversificar y ampliar las relaciones de amistad entre el alumnado de la clase.

Es importante remarcar que el texto libre permite un trabajo global sobre la lectoescritura en todos sus elementos. A través de esta actividad, trabajamos la caligrafía, la ortografía, la expresión escrita, el vocabulario y cualesquiera otros aspectos del lenguaje que queramos potenciar a través del posterior tratamiento de estos textos. La fase de lectura en clase posibilita trabajar la lectura expresiva, la velocidad lectora y la vocalización. Es, por tanto, una actividad que engloba todos los elementos lectoescritores.

Además, se producen textos cercanos, atractivos y motivantes con los que hacer tareas posteriores, superando el libro de texto. El libro de texto nos aporta textos que en ocasiones pueden ser útiles, pero que habitualmente están faltos de significado para el alumnado. Los textos libres nos aportan un banco de textos elaborados por los propios niños y niñas. Textos ligados a su realidad, cercanos, emanados de su propio contexto y de fantasías compartidas. Estos textos son ideales para proponer una gran variedad de tareas, superando la dependencia de un libro de texto poco contextualizado y con escasa significatividad para nuestros alumnos.

Por último, hay que decir que esta es una actividad integradora e inclusiva. Partimos de un modelo de escuela inclusiva en la que busquemos alternativas de trabajo que den cabida a todo nuestro alumnado, en contraposición a los programas diferenciados para alumnos con diferentes niveles de rendimiento.

Los textos libres suponen una actividad realizable por todos y todas. Algunos niños los harán más extensos y otros más cortos, unos serán más creativos y otros menos, algunos tendrán un muy alto nivel de corrección ortográfica y sintáctica y otros no tanto, pero todos pueden hacerlo de acuerdo a sus características. Además, la posterior corrección y tratamiento de estos textos posibilitará que cada cual trabaje sobre aquellos aspectos más deficitarios, permitiendo un proceso natural de mejora lectoescritora a través de una práctica funcional y motivante.

Y para qué los vamos a usar

Son múltiples los usos que podemos dar a esos textos producidos por nuestros niños y niñas. Por ejemplo, las lecturas en voz alta, en las que cada niño y niña lee su texto a sus compañeros. Este momento de lectura deberá ser instructivo y positivo. Cuando se presenten dificultades en la lectura aportaremos ayuda de forma que el texto sea escuchado por los compañeros, y daremos recomendaciones al lector o lectora para hacerlo mejor en la próxima ocasión. Tras estas lecturas haremos una votación, de la cual saldrán uno o varios textos favoritos. Podemos elegir los textos favoritos de la clase o uno de cada grupo. Estos textos seleccionados pasarán a formar parte de nuestro banco de textos, que posteriormente utilizaremos para múltiples tareas.

También podemos llevar a cabo un perfeccionamiento colectivo, que consiste en exponer un texto, por supuesto, un texto elegido como favorito. Podemos exponerlo en la pizarra de tiza o en la digital. A partir de aquí podemos hacer una lectura crítica del mismo, es decir, una lectura en la que maestro y alumnado van haciendo sugerencias para mejorarlo. Podemos cambiar palabras, expresiones, estructuras, sintetizar fragmentos o desarrollar ideas poco explicitadas. Este proceso de remodelación se hará mediante un sistema de sugerencias y toma de decisiones democráticas, es decir, los niños y niñas o el maestro proponen mejoras y la clase decide si se aplican mediante votación democrática. Todo ello dará lugar a un texto que, habiendo sido elaborado por un niño o niña, acaba siendo colectivo por la participación de toda la clase en su finalización. Pasarlo a limpio en el ordenador es otra de las tareas posibles que favorece, además de la lectoescritura, el desarrollo de la competencia digital.

Como ya hemos mencionado, los textos finalizados e informatizados podrán ser utilizados para la realización de múltiples actividades, como fichas de trabajo de contenidos, trabajo de contenidos de cualquier área, comprensión lectora, comentario de textos, etc. Otra opción es utilizar los textos libres para hacer dictados que posteriormente corrigen los propios alumnos, exponiendo el texto en la pizarra; o para ser copiados.

También se pueden convertir en artículos para publicaciones escolares (periódico, revista, blog, página web). Las publicaciones proporcionan una finalidad a la producción de textos y propician un uso funcional del lenguaje, en el que este es utilizado con fines percibidos por los niños como atractivos y motivantes.

Los textos se pueden recoger en un libro personal de textos libres o libro de clase de textos libres. La recopilación de textos en algún formato añade finalidad a la producción de estos escritos y potencia igualmente esa utilización funcional del lenguaje. Podemos recopilar los textos libres de varias formas: con la secuencia de textos de un alumno cada niño puede tener un libro personal de textos propios elaborados a lo largo de todo el año o de todo el ciclo; o recopilando los textos favoritos del curso durante un año o ciclo podemos tener un libro de vivencias y textos libres del grupo.

De nuevo, dentro de ese marco de dar un uso funcional a la utilización del lenguaje, otra finalidad de los textos libres puede ser la correspondencia escolar. Consiste en poner en contacto a clases de diferentes contextos a través del envío postal o informático de correspondencia. Los textos libres pueden ser enviados entre clases para un conocimiento mutuo y un intercambio de vivencias, experiencias y fantasías. Este intercambio de textos, además de dar funcionalidad a la escritura de los textos libres, propone momentos fantásticos de lectura motivada en los momentos de recepción de esta correspondencia.

O bien pueden ser punto de partida para comenzar una investigación breve, un artículo o un proyecto de investigación. A menudo la lectura de los textos libres pone sobre la mesa temas que son acogidos con entusiasmo por el alumnado. A partir de estos temas pueden surgir inquietudes y curiosidades que den lugar a procesos de investigación y búsqueda, y que pueden llegar a convertirse en proyecto de investigación.

Para saber más

Freinet, Célestin (1976).Técnicas Freinet de la escuela moderna. México: Siglo XXI.

– (1996).La escuela moderna francesa. Una pedagogía moderna de sentido común. Las invariantes pedagógicas. Madrid: Morata.

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