Tres chicos y cuatro chicas de primero de la ESO esperan nerviosos en el salón de actos del IES Pedro de Luna, de Zaragoza. Asisten al casting de actores de la compañía Clásicos Luna. José Ángel Alegre y Esther López, los coordinadores del proyecto, los saludan amistosos. Mientras Esther, profesora del departamento de Orientación, prepara la cámara para grabar las pruebas, José Ángel, profesor de Filosofía ya jubilado, les recuerda que deben mostrar su número a cámara al tiempo que han de decir con voz alta y clara dicho número, su nombre completo y su curso. Cuando M.ª Ángeles Parroqué y Juan Luis Pérez –los directores teatrales del proyecto– les piden que suban al escenario, hay risas nerviosas, toses y alguna cara de susto. Los chicos deberán recitar el Canto IX de La Odisea. “No me ha dado tiempo de aprendérmelo”, confiesa sincera una alumna. Pero esto es lo de menos. Aunque la estética y desarrollo del casting es muy profesional, M.ª Ángeles y Juan Carlos tienen muy claro que los futuros actores son apenas unos niños, con muchas ganas de aprender. Ambos son exalumnos del instituto y miembros de la compañía profesional La Clac Teatro. En Clásicos Luna ejercen la dirección teatral desde sus inicios, hace ya catorce años, y han visto convertirse en actores a más de 500 chicos y chicas del casco histórico de Zaragoza, donde se ubica este centro.
Cada principio de curso, durante una semana, se realiza el casting. La media de participantes es de 180 chavales. Muchos de ellos entrarán a formar parte del elenco de actores, músicos, bailarines o figurantes de la compañía, compuesta por entre 80 y 100 alumnos. Cada año ensayan y representan diferentes obras clásicas. En el curso 2016-17, a La Ilíada, con la que han ido de gira por los principales festivales de teatro clásico de España y con la que han recopilado grandes premios, se suma la representación de otras anteriores (Medea y Miles Gloriosus) y la puesta en marcha de una nueva: La Odisea.
Como no actores, se verán implicados los 1.100 alumnos del centro, puesto que la práctica totalidad de los departamentos del instituto se involucran de una manera u otra en esta aventura, y todo el alumnado acaba participando en el proyecto. Para conseguir que las obras clásicas sean un punto de partida del trabajo académico, se constituyó un seminario con el CIFE Juan de Lanuza, de Zaragoza, que articula el desarrollo del proyecto en su dimensión académica.
“Clásicos Luna es, ante todo, un proyecto educativo de centro –explica José Ángel Alegre–. Por este motivo, en el instituto, los clásicos siempre están presentes de una manera u otra, y viceversa; lo que se hace en Clásicos Luna afecta a la vida del centro”. Por ejemplo, a principios de este curso, un grupo de actores de la compañía participó en la clase de Biology de primero de la ESO. A su profesor Fernando Gómez se le ocurrió que si estaban estudiando en clase el universo, ¿por qué no podrían ser los propios dioses y héroes mitológicos quienes hablasen a sus alumnos de las constelaciones? Dicho y hecho, tras comentarlo con los coordinadores de la compañía, estos se pusieron manos a la obra: crearon el guion, que contrastaron con el profesor, buscaron a los alumnos actores (entre aquellos que en las obras clásicas aún no tienen frase, de modo que les sirva de entrenamiento), y un buen día estos aparecieron “en medio de la clase, sin que nadie nos dijera nada”, como apunta Marcos, para representar un pequeño sketch teatralizado sobre la mitología de Hércules, el héroe griego que da nombre a una de las constelaciones.

Con la colaboración de todos
Tal y como se recoge en la Programación General Anual, son muchas las actividades que se diseñan y desarrollan teniendo como punto de partida los textos clásicos que se representarán. En algunas materias, la vinculación es fácil, como en lenguas clásicas. En Latín, por ejemplo, realizan recitales poéticos dramatizados que intentan rescatar los tópicos y temas vigentes en las obras clásicas. O en la asignatura de Artes Escénicas, donde los alumnos de segundo de Bachillerato de Artes llevan a cabo el proyecto De la Épica a la Tragedia, en el que, como cuenta su profesor Manuel Hernández: “Realizan una actividad similar a la que hicieron en su día los dramaturgos griegos: adaptar un fragmento del texto narrativo épico y convertirlo en un texto dramático trágico”.
De lo puramente teatral (adaptación de la obra, casting, ensayos, diseño de vestuario, escenografía…) se ocupan los directores teatrales. Pero el trasfondo educativo implica a todo el claustro, integrado por 88 profesores. Sofía Pardo, directora, lo explica así: “Desde sus inicios, Clásicos Luna se ha entendido como un proyecto de centro cuyo fin más patente es realizar una actividad teatral de calidad. Por eso engloba muchos más objetivos: desarrollar la inteligencia emocional, practicar competencias como la comunicación, fomentar la convivencia entre niveles, aglutinar ilusiones por un proyecto compartido, mostrar a la sociedad el buen hacer de un centro escolar…”. Objetivos que ya estuvieron sobre la mesa en el 2002, cuando arranca el proyecto y se pone en escena la primera obra: Pséudolo.
“Este es un proyecto coral, que se nutre de la colaboración de todos. Unas son más vistosas, como es el caso de los actores y actrices, pero todas son importantes. Involucrar a todo el centro no es solo un objetivo en sí, es una realidad que ha conseguido que Clásicos Luna sea su principal seña de identidad”, apostilla Alegre. Así lo corrobora Beatriz, una alumna de primero F de la ESO, que conoció Clásicos Luna “antes de venir al instituto, porque la compañía vino a mi colegio a representar La Ilíada y nos contaron de qué va esto”. Confiesa que se presenta al casting “porque me parece muy interesante hacer teatro, una gran oportunidad de aprender y sobre todo de relacionarme con compañeros que de otra forma no podría”. En la compañía hay alumnos desde primero de la ESO hasta segundo de Bachillerato.
De las cuestiones prácticas del proyecto se ocupan los coordinadores, José Ángel y Esther, a quienes toca desde explicarlo cado año hasta cotejar horarios (para que los casting, actuaciones y actividades derivadas puedan llevarse a cabo en horario escolar interfiriendo al mínimo el desarrollo diario), también dan y recogen ideas de otros profesores y ayudan a convertirlas en realidad, crean y nutren de información grupos de WhatsApp para coordinar acciones y ensayos, dinamizan y animan un sinfín de tareas.

Exposiciones y otros trabajos
En cada pasillo del centro, en la biblioteca, en el salón de actos, en el gimnasio…, son patentes elementos relacionados con Clásicos Luna. Carteles, fotos de actividades de centro y salidas, máscaras teatrales..., hacen que la cultura clásica impregne el día a día. Mientras, en las aulas sucede algo parecido. En clase de Lengua, Llanos –alumna de cuarto de la ESO– lee en voz alta un fragmento de Naves negras frente a Troya. Su profesora, M.ª Jesús de Miguel, explica: “Es una de las lecturas que elige el departamento como obligatoria. Es una adaptación de La Ilíada. No es fácil encontrar este tipo de textos y es verdad que al principio les cuesta y algunos reclaman leer cosas más modernas. Pero también es verdad que, como siempre hay algún compañero que participa en la compañía, les hace verlo de otra manera. Cuando llegué a este centro no entendía muy bien a qué fin respondía esto del teatro clásico. Con el tiempo he comprobado que es bueno, porque se ha creado una identidad, la gente se siente orgullosa de la compañía y eso trasciende al aula. Al final, todo es más fácil porque existe esta implicación emocional”.
Luisa –alumna de cuarto– comenta otra de las actividades del departamento de Lengua. “Preparamos distintos trabajos para hablar de los personajes, protagonistas y características de la obra, lo que habían hecho, lo que nos gustaba de ellos. Cada uno eligió un formato u otro: cómic, carteles… También, por grupos, hicimos unos diccionarios con formas divertidas (pasapalabra, crucigramas…) con las palabras nuevas. Se montó una exposición en el salón de actos con grandes paneles, y fuimos nosotros mismos los encargados de mostrársela a los compañeros de primero y segundo. Por supuesto, vestidos de troyanos y como si fuésemos actores. Aprendimos mucho, nosotros y ellos”. Esther López resalta que esta forma de trabajar “mejora mucho la manera de ser de los chicos, les ayuda a crecer en compromiso y responsabilidad. Ganan destrezas comunicativas, seguridad y confianza”.Catarsis sobre el escenarioEl IES Pedro de Luna es uno de los centros públicos de Secundaria más grandes de Zaragoza y el único en el que se imparte el Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza. Quizás la trayectoria de Clásicos Luna desempeñó un papel en la decisión de esta concesión. Lo que sí ponen de manifiesto profesores, alumnos y padres es que este proyecto es una parte inherente y fundamental del centro. Chema Villoria, profesor de Griego, asegura: “El número de alumnos de Bachillerato de Humanidades es inhabitualmente elevado en el Pedro de Luna, y creo que está relacionado con la existencia del proyecto teatral”. A Villoria le ha tocado acompañar a la compañía en muchos desplazamientos, y dice al respecto: “He sido testigo de algo muy grande, porque el resultado es muy serio y profesional. Si eres capaz de subirte a un escenario a proclamar un texto clásico ante cientos de personas, pocas más cosas te pueden dar miedo en la vida”.Alba –alumna de tercero de la ESO– señala: “Con Clásicos Luna he aprendido a hablar mejor, a relacionarme con gente que no hubiera conocido de otra forma. Y gracias a ello he escuchado ovaciones en el Teatro Principal de Zaragoza que nunca olvidaré”. Su compañero Álvaro lo describe como una verdadera catarsis: “Cuando baja el telón y escuchas los aplausos, sube y siguen aplaudiendo y sientes la mirada de alguien del público sobre ti, es un subidón indescriptible”.
También en clase de Mates
En otras materias, como Matemáticas o Atención a la Diversidad, la manera de introducir los clásicos hay que buscarla con más ahínco. Pilar Arilla, actual jefa de estudios, alude a una exposición que se llevó a cabo el curso pasado cuando impartía clases de Matemáticas. “Desde el departamento queríamos colaborar y, tras una lectura de La Ilíada, se nos ocurrió pedir a los de segundo de la ESO un trabajo de investigación: ¿cuánto costaría hoy en día el rescate de Príamo?”. Arilla también participa en las representaciones, es músico y toca el saxofón sobre el escenario cuando hay función.
Por su parte, Cristina Redrado y Ricardo Huerga, del departamento de Música, hablan de su colaboración en Clásicos Luna como “una alianza natural”. “No podía ser de otra manera en un centro con un Bachillerato de Artes Escénicas y Danza (el único en Zaragoza) desde hace nueve años”, señala Redrado. En su caso, el trabajo se desarrolla fundamentalmente con alumnos de Artes Escénicas, aunque apuntan que como el objetivo es que participe en las obras un gran número de alumnos, la música desempeña un papel muy importante y siempre hay coros, canciones y danzas. Ambos profesores colaboran en la elección de dichas músicas, ayudan en los montajes y son también los encargados de acompañar a los chavales en las representaciones que hacen en los colegios del barrio. Entre sus misiones: dar a conocer previamente la canción final que en cada puesta en escena cantan a coro actores y espectadores. Ricardo Huerga se ocupa además de otras tareas, como la toma de fotografías y la composición de los carteles de las obras.
Y, como las obras necesitan atrezo y decorado, el departamento de Tecnología también se ve implicado. Una de sus profesoras, Beatriz Planelles, se afana en conseguir que unos antiguos paneles expositores se conviertan en árboles. “Aquí es cuestión de imaginar y de reciclar materiales. Nos ocupamos de la escenografía, de construir lo que nos piden: escudos, armas, árboles, columnas… Requiere diseñar planos, hacer plantillas, serrar, pintar; en otros casos, colgar cortinas que simulen las velas de un barco… Son actividades que no puedo llevar a cabo con todo un grupo, por lo que elijo a los alumnos participantes; es una especie de premio. Para ellos es una motivación estar en el grupo que realizará la escenografía”.
También es fundamental el apoyo de las familias. La gran mayoría entiende “como algo muy bueno” que sus hijos puedan participar en esta experiencia teatral. Ana, madre de una actriz veterana y una aspirante nueva en el centro, opina que el Pedro de Luna es un instituto “muy vivo”, y apunta que en esto Clásicos Luna desempeña un papel sustancial. Afirma: “Para mí, lo primordial es que da lugar a todos los alumnos a incorporarse a través de muchas formas. Es fundamental la parte de convivencia; en el teatro participan alumnos de todos los cursos, como compañeros, como iguales, y eso no es lo normal en un instituto”. Además, opina que “les ayuda a desarrollar su responsabilidad. Cuando mi hija sale de gira, tiene que organizarse, en tiempos y en lo demás, como preparar todo lo que necesitará en la salida; además de ayudar en el montaje y desmontaje cada vez que actúan”. Destaca un beneficio más: “Los chicos juegan y se lo pasan bien pero no están perdiendo el tiempo. Son conscientes de que tienen que sacar luego momentos para recuperar, para estudiar. En mi caso, a mi hija no le ha robado tiempo ni la ha despistado; ha aprendido a organizarse para compaginarlo todo”. Y concluye aludiendo al orgullo que sienten las familias cuando acuden al estreno de cada obra y ven a sus hijos como profesionales en el Teatro Principal de Zaragoza.¿Por qué teatro clásico?Tanto la dirección educativa como la teatral coinciden en señalar que el teatro clásico se abrió como la posibilidad más viable para desarrollar el proyecto. “Solo hay festivales juveniles de teatro clásico –recuerda M.ª Ángeles Parroqué–, así que si queríamos girar había que hacer obras clásicas”. Y esto que podría parecer un inconveniente se ha convertido en una ventaja: Clásicos Luna es muy popular en todos los circuitos y festivales. Sus alumnos han viajado a ciudades como Sagunto, Lleida, Hospitalet, Almagro, Tarragona, Madrid o Segóbriga. Allí han convivido con chavales como ellos, han entrado en las entrañas de grandes teatros y, como apunta Isabel, de primero de Bachillerato: “También nos hemos dado cuenta de que aunque somos buenos, podemos ser mejores. Hemos de seguir trabajando porque todavía tenemos mucho que aprender”. Cada vez menos, a juzgar por los numerosos premios que la compañía ha conseguido en este tiempo. Entre ellos, el pasado julio se alzaron con el Premio Buero de Teatro Joven 2016, tras representar La Ilíada en el Teatro María Guerrero de Madrid.En Aragón, además de la representación en el Teatro Principal de Zaragoza, este curso actuarán también en el zaragozano Teatro de las Esquinas y en el Auditorio de Huesca, como integrantes de Prósopron (Festival Juvenil de Teatro Grecolatino de Zaragoza) y en los pabellones de los colegios adscritos al centro gracias a su implicación con el Plan Integral del Casco Histórico (PICH), de donde reciben ayudas por su contribución a difundir la cultura. Y, coincidiendo con el intercambio con un instituto sueco y por iniciativa del coordinador del proyecto bilingüe en inglés del centro, Josechu Zarranz, distintos grupos de alumnos harán de cicerones en una particular visita teatralizada al Teatro Romano de Zaragoza.
Para saber más
IES Pedro Luna:http://www.iespedrodeluna.es/category/teatro-clasicos-luna
Facebook de Clásicos Luna: https://es-la.facebook.com/Cl%C3%A1sicos-Luna-Compa%C3%B1%C3%ADa-Teatral-423754311117891 https://es-la.facebook.com/Cl%C3%A1sicos-Luna-Compa%C3%B1%C3%ADa-Teatral-423754311117891/
Algunos vídeos y actuaciones:
La Ilíada: https://www.youtube.com/watch?v=xsp1jnRzmWo https://www.youtube.com/watch?v=xsp1jnRzmWo
Canción La cólera de Aquiles:https://www.youtube.com/watch?v=FVqsbauX6kAhttps://www.youtube.com/watch?v=FVqsbauX6kA
Miles Gloriosus:https://www.youtube.com/watch?v=wZe4IxISwwohttps://www.youtube.com/watch?v=wZe4IxISwwohttps://www.youtube.com/watch?v=wZe4IxISwwo